Adys M. Cupull Reyes - Auca en Cayo Hueso.- Creada en septiembre de 2018 como una sección de la ONG “Prisoners Defenders”, la cual, aunque tiene su sede en Madrid y está inscrita en el Registro Nacional de Asociaciones de España, es en realidad un instrumento creado y dirigido por el Departamento de Estado norteamericano a través de su Embajada en Madrid.


Esta falsa “ONG española de Derechos Humanos” – como es presentada por la prensa- forma parte del entramado subversivo con el que Washington pone un rostro ajeno para sustentar el escalamiento de sus hostilidades contra la Isla que fuera anunciado por el Presidente Trump en junio de 2017.

Su fundador y presidente es Javier Larrondo, un empresario español de padres cubanos, quien se presenta además como el representante en España y Europa del grupúsculo contrarrevolucionario Unión Patriótica Cubana  (UNPACU), cuyo cabecilla es el también asalariado de Washington José Daniel Ferrer García.

El señor Larrondo hace años se involucra en actividades dirigidas a desacreditar a la Revolución Cubana y sus dirigentes, aunque sin éxito alguno. Se vinculó a la ya desaparecida Fundación Hispano-Cubano (FHC), filial en España de la Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA),  conocida por su apoyo a las acciones terroristas contra Cuba.

Mantiene vínculos con funcionarios estadounidenses y también con elementos de la derecha española, europea y latinoamericana de conocidas posiciones anticubanas.

En sus viajes a Miami se relaciona con individuos de la extrema derecha cubano americana que constantemente incitan a la realización de acciones violentas contra la Isla, y con organizaciones como la FNCA que Washington utiliza como canal para financiar a su representado: el cabecilla de la llamada UMPACU.

Pero, ¿cuál es la fuente de financiamiento de esta supuesta ONG? Aunque su presidente asegura “que su organización ha nacido con sus propios fondos personales”, en realidad resulta poco creíble.

Otras informaciones –que explicarían el accionar anticubano de esta falsa ONG- señalan que el dinero proviene de los fondos del Departamento de Estado norteamericano, el cual la utiliza como organización pantalla para dar cobertura desde Europa a la subversión estadounidense contra la Mayor de las Antillas.

A tal fin, esta “ONG española” actúa con absoluta desfachatez en la fabricación de falsas denuncias contra Cuba ante Naciones Unidas, la Unión Europea y la Corte Penal Internacional.

Por supuesto, la OEA por intermedio de su desacreditado Secretario General, Luis Almagro, ha brindado espacio a esta falsa ONG para lanzar sus ataques difamatorios contra Cuba, con el objetivo de alimentar la permanente campaña mediática contra la Isla.

En ese objetivo ha unido sus esfuerzos a otras organizaciones conservadoras y alineadas a Washington como son: Asociación de Iberoamericanos por la Libertad, Fundación para la Democracia Panamericana, Fundación Memorial Víctimas del Comunismo, Solidaridad sin Fronteras, The Global Liberty  Alliance y el Instituto Fe y Libertad.

Uno de sus temas recurrentes son las supuestas violaciones de los Derechos Humanos en Cuba, incluida la cantidad de “presos políticos” que acostumbran a reseñar en sus espurios informes, llegando a colocar  a la Isla como el país de mayor población penal en el mundo.

Para realizar tan ridícula afirmación llegan al punto de desconocer el último informe del Institute for Crime and Justice Policy Research, con sede en Londres, que concluye que Estados Unidos es el país con más personas presas (dos millones cien mil), presentando, además, el de mayor porcentaje en relación a su población.

El otro tema en el que el Sr. Larrondo se muestra activo de acuerdo al guión dictado por Washington es en la campaña de difamación contra el contingente médico “Henry Reeve”, denunciando a las autoridades cubanas de colocar a los “galenos bajo un régimen de esclavitud”.

Por supuesto, ello forma parte de la cruzada anticubana que en base a mentiras fabricadas por EE.UU. en contubernio con la extrema derecha cubano-americana intentan impedir la entrada de divisas a Cuba, cuestión que expuso con claridad el secretario de Estado Mike Pompeo, al afirmar:

“…La nueva ronda de sanciones está dirigida específicamente a cortar el dinero que llega al gobierno, porque el programa de exportación de servicios médicos reportó al gobierno cubano más de $ 6, 000 millones en 2018.”

Esos “esclavos”, clasificados así por altos funcionarios estadounidenses y que repiten sus organizaciones pantallas como Cuban Prisoners Defenders, son los cientos de miles de médicos, enfermeros y personal técnico de la salud cubanos, que con su solidaridad salvan vidas en lugares donde galenos de otros países “democráticos”, no aceptan ir ni de visita.

Por ello son cada vez más las organizaciones, parlamentarios y personas diversas amantes de la Paz que respaldan la nominación del contingente Henry Reeve para el Premio Nobel de la Paz.

Cabe preguntarse, ¿por qué Cuban Prisoners Defenders no acusan a los EE.UU. por su sistema de salud que sólo atiende a quienes paguen costosos seguros médicos? ¿Desconocerá esta falsa ONG que la población carcelaria en EE.UU. es una nueva e inhumana forma de esclavitud? ¿Desconocerá esta organización pantalla que las cárceles privadas en territorio estadounidense son un negocio lucrativo para las corporaciones norteamericanas?

En fin, en pleno siglo XXI esclavitud legalizada y epicentro de la pandemia COVID-19 en el país que se jacta de tener la mayor democracia del mundo, pero que esta pseudo ONG, instrumento al servicio de Washington, guarda vergonzoso silencio. Claro, quien paga manda.

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