Rinden homenaje a víctimas del terrorismo de Estado contra Cuba a 45 años del Crimen de Barbados. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.
“Cuarenta y cinco años después del Crimen de Barbados, es como si estuviera viviendo aquel día”
Andy Jorge Blanco, Ismael Francisco - Cubadebate - Video: Canal Caribe / TV Cubana.- Aquel 6 de octubre de 1976, a Virgen Verdecia Sánchez le dijeron que el vuelo CU-455 estaba atrasado. Había llegado al aeropuerto “José Martí”, de La Habana, para recibir a su esposo, pero tuvo que regresar a casa. Lo esperaba, hasta que supo que no volvería a verlo.
“En la noche, a la hora del noticiero dijeron que el avión había caído al mar, como a seis millas de la costa. A Domingo nosotros le decíamos Pipo. Recuerdo que le dije a mi suegro: ‘Dicen que el avión donde venía Pipo se cayó al mar. ¿Seis millas de la costa es muy lejos?’. Le pregunté para ver si se podían salvar”, dice luego de ponerle flores en el panteón de las Fuerzas Armadas, a 45 años del Crimen de Barbados.
En el cementerio de Colón, en la capital cubana, los familiares sostienen una foto de cada víctima y las autoridades acompañan el tributo. Virgen tiene 73 años. Setenta y tres personas fueron asesinadas aquel 6 de octubre a las 12:23 de la tarde cuando estalló la primera bomba en el DC-8 de Cubana de Aviación, 54 minutos después del despegue del aeropuerto internacional Seawel de Barbados.
Toque de silencio. Ofrendas florales del General de Ejército Raúl Castro Ruz, del presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez, y del pueblo de Cuba. Hay pilotos, aeromozas de Cubana de Aviación. Hay esgrimistas.
“Este era mi hermano”, dice un señor mientras camina a poner su flor en el panteón. De las 73 víctimas, solo se recuperaron ocho cuerpos, pero allí están todos. Levanta la foto con la imagen del deportista, Nelson Fernández, uno de los campeones panamericanos de esgrima que regresaba a Cuba con su medalla.
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Domingo Chacón Coello trabajaba en la embajada cubana en Guyana. Tenía 29 años y regresaba a La Habana, donde celebrarían el primer año de su hijo con Virgen, “para estar todos aquí juntos, me entiendes”.
“Él no apareció, su cadáver no estaba, pero nosotros venimos y le ponemos flores junto a todos los demás, no nos queda otra cosa que hacer”, comenta su esposa y recuerda cuando la incertidumbre por el destino del avión se convirtió en certeza y en un dolor que se le afincó adentro para siempre.
“Sus compañeros del Ministerio del Interior llegaron a la casa como a la una de la mañana. Imagínate cuando yo los vi a todos allí, enseguida pensé en lo peor. Ahí me dijeron: ‘El avión cayó al mar y no hay ningún sobreviviente’. Fue una cosa horrible, que no tengo cómo compararlo. Todos los años, en esta fecha parece que estamos viviendo aquellos mismos momentos, aquel discurso de Fidel, eso jamás se nos va a olvidar”.
El teniente coronel, Roberto Pérez Pérez era compañero de trabajo de Domingo y vivían cerca: “Yo estaba en su casa con la familia de él. La noticia la dieron por Radio Reloj, confirmaron que no había sobrevivientes y que se trataba de un horrendo crimen. No se me olvida nunca en la vida.
“La mamá de Domingo estaba meciéndose en el sillón, callada, mientras escuchaba la noticia. Después lo único que hacía era gritar, no podía entender que a su hijo de 29 años lo hubieran matado de esa manera. El viejo al lado de ella. Estaban también su esposa, una hermana de él; Abelito, su hijo de un añito, y yo. Todos lloramos. El niño, inocente, caminaba de un lado a otro con un carrito. Fueron momentos tristes y duros”.
Virgen cuenta, con la voz entrecortada por un llanto que no ha cesado jamás, que 45 años después del Crimen de Barbados, “el dolor aumenta, porque es algo muy profundo”. Dice que Domingo era una gente magnífica, un jodedor que le encantaba hacer cuentos y pasar tiempo con la familia. Dice que ella y su hijo pudieron estar en ese vuelo.
“Antes del atentado, otras madres y yo que teníamos niños viajamos a Cuba a vacunarlos a ellos. Si no, yo hubiera venido en ese mismo avión con el niño”.
Cada 6 de octubre, cuando se conmemora otro aniversario del sabotaje al avión cubano y se recuerda a las más de 3 000 víctimas del terrorismo de Estado contra Cuba, Virgen regresa al cementerio: “Nunca lo olvido, pero esta fecha es muy difícil para mí, es como si estuviera viviendo aquel día”.
Cuenta que el mar le recuerda a Domingo: “Yo trabajaba en la Aduana del puerto, y me pasaba las horas mirando el mar, pensar que ellos no tuvieron salvación...”
“¿Tú sabes lo que es estar esperando a una persona y que de momento te digan que no va a llegar? Lo sigo amando, eso nunca se olvida”, dice y vuelve a salir del cementerio de la mano de uno de sus tres nietos.
El dolor no cicatriza. Por Javier Rodríguez Perera
Javier Rodríguez Perera - REDH-Cuba
Ni la memoria ni el dolor podrán ser arrancados en los cubanos cuando se trata de las víctimas del repugnante crimen de Barbados, como es conocida la voladura de una aeronave de Cubana de Aviación que provocó el fallecimiento de 73 personas el 6 de octubre de 1976, en las costas de esa nación caribeña. A 45 años de uno de los más crueles actos de terrorismo cometidos contra nuestro país, es imposible acallar los reclamos de justicia.
Como es tradicional en cada aniversario, este miércoles se le rindió homenaje a los desaparecidos en el sabotaje, en la habanera necrópolis de Cristóbal Colón.
En el panteón de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, encabezaron la peregrinación ofrendas florales del General de Ejército Raúl Castro Ruz, de Miguel Díaz-Canel Bermúdez, Primer Secretario del Comité Central del PCC y Presidente de la República, así como otras en nombre del pueblo cubano.
«Han pasado 45 años, pero ni en 100, ni nunca, olvidaremos el abominable Crimen de Barbados. Los autores intelectuales murieron tranquilamente. Los cobijaron administraciones republicanas y demócratas de Estados Unidos», condenó el mandatario antillano en su cuenta de twitter.
Marcharon autoridades, familiares de los mártires, una representación de la población capitalina y trabajadores del sector deportivo, pesquero y de la aviación civil.
En la avanzada estuvieron Rogelio Polanco Fuentes, miembro del Secretariado del Comité Central del PCC y Jefe del Departamento Ideológico, los cinco Héroes de la República de Cuba, Gerardo Hernández Nordelo, Coordinador Nacional de los CDR, además de Ramón Labañino Salazar, René González Sehwerert, Antonio Guerrero Rodríguez y Fernando González Llort, junto a los más altos dirigentes de La Habana.
Osvaldo Vento Montiller, presidente del Inder, expresó que el atentado enlutó a un pueblo noble, como expresión de una política sostenidamente agresiva, con manifestaciones concretas en las actuales campañas de mentiras, linchamientos mediáticos e incitación al vandalismo, orquestadas desde los Estados Unidos.
Agregó que este crimen truncó los sueños de «los 24 integrantes del equipo juvenil de esgrima, que regresaban a Cuba con todos los títulos disputados en el cuarto Campeonato Centroamericano y del Caribe de ese deporte. Sus medallas de oro no yacerán en el fondo del océano, se levantan ya como soles sin manchas y como símbolos en el firmamento».