En tres de las últimas seis sesiones plenarias de la Eurocámara se ha debatido sobre Cuba. Es el único país de América Latina y el Caribe sobre el que se ha discutido tanto en ese lapso de tiempo. Foto: Minrex.
Minrex - Tomado de Cubadebate
La derecha en el Parlamento Europeo ha promovido, una vez más, un debate sobre “la situación en Cuba”, el cual ha sido agendado para el próximo jueves 16 de diciembre como parte de la sesión plenaria del mes de diciembre.
Como pretexto, se utiliza la presunta situación de un grupo de ciudadanos que no son defensores de los derechos humanos en Cuba, ni representan a la mayoría de la población cubana. Se trata de personas que responden a los intereses explícitamente enunciados por el gobierno de los Estados Unidos. Sus acciones tienen como principal objetivo lograr un “cambio de régimen” en Cuba; subvertir el orden interno y desestabilizar el país a cualquier precio.
En tres de las últimas seis sesiones plenarias de la Eurocámara se ha debatido sobre Cuba. Es el único país de América Latina y el Caribe sobre el que se ha discutido tanto en ese lapso de tiempo, muestra de la singularización, la manipulación del tema de los derechos humanos y el doble rasero de quienes lo utilizan con un trasfondo marcadamente político. Con semejante actitud se desacredita, aún más, la imagen de la llamada casa de la democracia europea.
En ninguna de las últimas resoluciones aprobadas sobre Cuba se tiene la decencia mínima de mencionar los impactos del criminal bloqueo económico, comercial y financiero, impuesto por el gobierno de los Estados Unidos desde hace más de seis décadas y que ha sido recrudecido de manera genocida y premeditada en medio de esta pandemia.
Si los eurodiputados que han promovido esta nueva maniobra anticubana estuvieran realmente interesados en los derechos humanos del pueblo de Cuba, denunciarían en primer lugar la flagrante y sistemática violación que representa la implementación del bloqueo. Sus efectos extraterritoriales afectan, de igual forma, los intereses de las empresas y ciudadanos europeos que deben representar los miembros de la Eurocámara.
A pesar de los impactos de esa política hostil que asfixia y mata, y de los escasos recursos con que cuenta el país, Cuba ha gestionado de manera exitosa el control sobre la pandemia y ha sido capaz de producir sus propias vacunas; gracias a lo cual ya se ha inmunizado a más del 90% de nuestra población y nos convertimos en el primer país del mundo en vacunar a los infantes mayores de dos años. Esta y otras muchas realidades serán omitidas, una vez más, por la derecha en el debate sobre Cuba.
Queda claro que con esta maniobra anticubana se pretende nuevamente entorpecer las relaciones bilaterales entre Cuba y la Unión Europea, y socavar la implementación del Acuerdo de Diálogo Político y de Cooperación entre Cuba, la Unión Europea y sus Estados miembros. El diálogo en igualdad de condiciones, bajo el principio de respeto mutuo, la no injerencia, y la cooperación constituyen las bases apropiadas para fomentar los lazos entre ambas partes.
Como ha expresado nuestro Canciller: “Ni amenazas ni chantajes nos arrancarán la menor concesión política”. Solo el pueblo cubano puede decidir sobre su destino.