Barbara Lee (CA), una de las firmantes. Foto: A&U Magazine.
Cubadebate
Encabezados por los representantes Jim McGovern (MA), Barbara Lee (CA), Bobby Rush (IL) y el presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes, Gregory Meeks (NY), 114 miembros del Congreso de EE.UU. enviaron una carta al presidente Biden en la que le piden impulsar una política hacia Cuba que aborde las necesidades humanitarias, la crisis económica y el compromiso en áreas de interés mutuo.
En vísperas del 17 de diciembre –el séptimo aniversario del restablecimiento de relaciones entre EE.UU. y Cuba–, más de la mitad de los demócratas de la Cámara de Representantes exigieron la restauración del camino hacia la normalización y la anulación de las políticas y sanciones de Trump.
“La situación humanitaria actual en Cuba es cada vez más grave en cuanto a la escasez de bienes y alimentos así como la disminución al acceso a los suministros médicos en medio de la pandemia de COVID-19. Le instamos a que tome medidas humanitarias inmediatas –tal y como le ha instado Naciones Unidas en repetidas ocasiones– para suspender las regulaciones estadounidenses que impiden que los alimentos, las medicinas y otras ayudas humanitarias lleguen al pueblo cubano. También apoyamos un cambio más amplio que permita profundizar el compromiso con Cuba y avanzar hacia la normalización de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba”, dice la carta.
Los representantes señalan que los complicados procesos para la obtención de licencias y verificación del uso final impiden la capacidad de enviar o vender suministros médicos a la nación isleña. Además, sigue vigente la política de la administración Trump de restringir las remesas familiares, lo cual impide a los cubanoamericanos ayudar a sus propias familias durante la pandemia.
“La ‘campaña de máxima presión’ de Trump sigue vigente, con restricciones en cuanto a las remesas y viajes, sanciones a las industrias bancarias y turísticas, y la inclusión de Cuba en la lista de Estados patrocinadores del terrorismo. Es alentador que los demócratas en el Congreso estén presionando a la Administración Biden para que corrija estos errores”, dijo la cofundadora de Codepink, Medea Benjamin.
Los representantes piden un compromiso bilateral en materia de migración, medio ambiente, seguridad y salud. También señalan que las comunicaciones y el acceso a internet aumentaron como resultado directo de la política de compromiso bajo la Administración Obama.
“La política de la Administración Obama hacia Cuba fue muy popular, no solo entre los estadounidenses en general, sino también dentro de la comunidad cubanoamericana. Esta carta es un avance importante en el Capitolio y esperamos que estimule al presidente Biden a cumplir su promesa de campaña de normalizar las relaciones con Cuba”, dijo Angelica Salazar de Acere, la Alianza para el Compromiso y el Respeto a Cuba, un grupo de solidaridad que busca poner fin al bloqueo a Cuba.
A lo largo del país, organizaciones e individuos afiliadas a Acere trabajaron incansablemente para llamar la atención de los Representantes a esta carta y alentarlos a firmar, incluyendo Codepink, Just Foreign Policy, Global Health Partners, Latin America Solidarity Committee, Building Relations with Cuban Labor, Solidarity Collective y Minnesota Cuba Committee.
Carta íntegra de los congresistas a Biden
Estimado presidente Biden:
Les escribimos para pedirle que de prioridad al bienestar del pueblo cubano, que atraviesa la peor crisis económica y humanitaria de la historia reciente. La actual situación humanitaria en Cuba es cada vez más grave, con escasez de alimentos y bienes y un menor acceso a suministros médicos en medio de la pandemia de COVID-19.
Le instamos a tomar acciones humanitarias inmediatas, como las Naciones Unidas lo han instado en repetidas ocasiones, para suspender las regulaciones estadounidenses que impiden que alimentos, medicinas y otra asistencia humanitaria lleguen al pueblo cubano.
También apoyamos un cambio más integral para profundizar el compromiso con Cuba y avanzar hacia la normalización de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba.
Instamos a su administración a eliminar las licencias específicas requeridas para enviar suministros médicos, como kits de pruebas y dispositivos respiratorios, a Cuba. También pedimos que la administración levante todas las restricciones a las transacciones bancarias y financieras relacionadas con la ayuda humanitaria y suspenda la verificación del uso final.
Si bien el embargo permite el envío de ayuda humanitaria, en la práctica, los requisitos de licencia, la verificación del uso final, las restricciones al sector bancario y el temor a infringir sin saber las leyes estadounidenses, complican gravemente el envío de ayuda humanitaria a Cuba, también desde otros países, como de los Estados Unidos.
Le pedimos que elimine todas las restricciones sobre las remesas familiares, permitiendo que los cubanoamericanos ayuden a sus familias y mejoren su nivel de vida, y las restricciones sobre las remesas no familiares (donaciones), permitiendo que las organizaciones sin fines de lucro y los grupos religiosos brinden asistencia humanitaria y capital para start-ups para los empresarios cubanos y la sociedad civil.
Seguimos a la espera de acción basado en las recomendaciones del Grupo de Trabajo de remesas que estableció a raíz de las protestas del 11 de Julio, encargadas de acelerar una revisión dentro de 30 días de cómo enviar remesas directamente al pueblo cubano.
A pesar de las preocupaciones de que el gobierno de Cuba obtenga ingresos de las remesas, el gobierno capta menos ingresos de las remesas que en el pasado, debido a los cambios iniciados en julio de 2020 y gran parte de los ingresos del gobierno de las remesas se canaliza a las importaciones de alimentos, combustibles y bienes esenciales para los cubanos que no tienen familia en el extranjero, muchos de ellos en comunidades marginadas.
Además, el gobierno de Estados Unidos no restringe las remesas a la mayoría de los países objeto de las sanciones de Estados Unidos. Por ejemplo, su administración reinició el flujo de remesas a través de Western Union a Afganistán, y desde la semana pasada permite las remesas personales y familiares a través de instituciones financieras.
También le instamos a que revoque las restricciones de viaje a Cuba de la Administración Trump, ya que dificultan que los cubanoamericanos visiten y se reúnan con familiares en la isla, en particular para aquellos con familias fuera de La Habana. Estas restricciones limitan el diálogo y el intercambio mutuamente beneficioso entre el pueblo estadounidense y cubano.
Las restricciones de viaje también han perjudicado a las pequeñas empresas privadas, que no han podido acceder a los bienes y productos necesarios y han tenido problemas desde que el turismo comenzó a desacelerarse después de que se implementaron tales restricciones. Permitir los viajes a Cuba aumentaría el flujo de suministros humanitarios necesarios a la isla y la cantidad y distribución de dinero y bienes enviados directamente a manos de los cubanos.
Cuba fue eliminada de la lista de Estados Patrocinadores del Terrorismo en 2015 después de una revisión exhaustiva por parte de expertos del Departamento de Estado y de la comunidad de inteligencia. La Administración Trump no citó ningún hecho nuevo para justificar su decisión de reincorporar a Cuba durante los últimos días de su mandato. Por lo tanto, le pedimos que recomiende que el Departamento de Estado realice una nueva revisión y elimine a Cuba de la lista.
Esta designación coloca otro obstáculo en el camino hacia la mejora de las relaciones y crea más obstáculos para la compra o recepción de bienes humanitarios.
Además de estos pasos inmediatos, creemos que una política de compromiso con Cuba sirve a los intereses de Estados Unidos y del pueblo cubano. Debería conducir a un esfuerzo más amplio para profundizar el compromiso y la normalización, incluido el reinicio del compromiso diplomático en los niveles superiores, así como mediante la dotación de personal de las respectivas embajadas de cada país.
Este acto no solo sería un gesto de buena fe sino que responde a los mejores intereses de Estados Unidos, al ayudar a los cubanos interesados en migrar por medios legales en lugar de contribuir a las condiciones que obligan a los cubanos a migrar en condiciones peligrosas, llegando en mayor número a nuestra frontera sur.
Debido a que la Sección Consular de la Embajada de Estados Unidos ha estado cerrada a los cubanos, Estados Unidos está violando el acuerdo migratorio de 1994 firmado con Cuba para poner fin a la última crisis migratoria.
Se debe reanudar el compromiso en áreas clave de interés mutuo que fueron perseguidas por la Administración Obama-Biden, incluidos los grupos bilaterales sobre migración, respuesta a desastres, medio ambiente y cuestiones de aplicación de la ley, como la lucha contra las drogas y el lavado activos. La cooperación en la respuesta al COVID-19 y el abordaje de futuras pandemias también son esenciales.
Por último, la protección de los derechos humanos en Cuba, incluido el derecho a la protesta, se beneficia mejor con un compromiso basado en principios, en lugar de un aislamiento unilateral, que ha demostrado ser una política fallida.
De hecho, hoy, tras casi cinco años de estrictas sanciones estadounidenses, los incipientes movimientos sociales cubanos que surgieron durante los años de acercamiento, encuentran su espacio para el debate público y la libertad de expresión más restringido que en 2016.
Sin embargo, el aumento de los canales de comunicación y el acceso a la información a través de la las plataformas de Internet y redes sociales en los últimos años, en gran medida debido a la política de compromiso seguida por la Administración Obama-Biden, han influido dramáticamente en la forma en que los cubanos se comunican y sus niveles de activismo para influir en la toma de decisiones y movilizarse y abogar por causas sociales. Es más probable que la participación habilite los aspectos políticos, económicos,
Estamos ansiosos por trabajar con usted para promover las relaciones entre Cuba y Estados Unidos y los derechos humanos y la prosperidad en la isla.
Esperamos su rápida implementación de estas recomendaciones.
Además de los representantes McGovern, Lee, Meeks y Rush, la carta fue firmada por: Jackie Speier (CA), Ami Bera, MD (CA), Al Green (TX), Linda T. Sánchez (CA), Debbie Dingell (MI), Ann Kirkpatrick (AZ), Teresa Leger Fernández (NM), Judy Chu ( CA), Lori Trahan (MA), Sanford D. Bishop, Jr. (GA), Nikema Williams (GA), Marilyn Strickland (WA), Marie Newman (IL), Kweisi Mfume (MD), Juan Vargas (CA), Lucille Roybal-Allard (CA), Jahana Hayes (CT), Katie Porter (CA), Grace F. Napolitano (CA), Nanette Diaz Barragán (CA), Jimmy Panetta (CA), Colin Z. Allred (TX), Veronica Escobar (TX), Alma S. Adams, Ph.D. (NC), Jimmy Gomez (CA), Marc A. Veasey (TX), Eric Swalwell (CA), GK Butterfield (NC), Sean Casten (IL) y Robert C. “Bobby” Scott (VA). (GA), Nikema Williams (GA), Marilyn Strickland (WA), Marie Newman (IL), Kweisi Mfume (MD), Juan Vargas (CA), Lucille Roybal-Allard (CA), Jahana Hayes (CT), Katie Porter (CA), Grace F. Napolitano (CA), Nanette Diaz Barragán (CA), Jimmy Panetta (CA), Colin Z. Allred (TX), Veronica Escobar (TX), Alma S. Adams, Ph.D. (NC), Jimmy Gomez (CA), Marc A. Veasey (TX), Eric Swalwell (CA), GK Butterfield (NC), Sean Casten (IL) y Robert C. “Bobby” Scott (VA). (GA), Nikema Williams (GA), Marilyn Strickland (WA), Marie Newman (IL), Kweisi Mfume (MD), Juan Vargas (CA), Lucille Roybal-Allard (CA), Jahana Hayes (CT), Katie Porter (CA), Grace F. Napolitano (CA), Nanette Diaz Barragán (CA), Jimmy Panetta (CA), Colin Z. Allred (TX), Veronica Escobar (TX), Alma S. Adams, Ph.D. (NC), Jimmy Gomez (CA), Marc A. Veasey (TX), Eric Swalwell (CA), GK Butterfield (NC), Sean Casten (IL) y Robert C. “Bobby” Scott (VA).
(Tomado de Acere.org)