Redacción Razones de Cuba
En el período de marzo 2023 a febrero 2024, las afectaciones al sector de la energía y minas también fueron notorias y ascendieron a no menos de 388 millones 239 mil 830 dólares.
Una de las acciones más repudiables, por su carácter violatorio del Derecho Internacional y su crueldad, ha sido el impedimento del traslado de combustible a Cuba a partir de 2019. Solo ese año, fueron penalizadas por el gobierno de los EE.UU. 53 embarcaciones y 27 compañías.
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Se trata de una modalidad diferente del bloqueo, no aplicada con anterioridad, pero que responde directa mente a los esfuerzos por amenazar, ejercer coacción, infundir miedo y sancionar a todo el que se involucre en el suministro de combustible al país, desde navieras, hasta aseguradoras, reaseguradoras, bancos, personas y gobiernos. Los daños que se derivan de esta persecución son cuantiosos.
El cerco económico ha exacerbado también las limitaciones financieras y de acceso a créditos para reparar las termoeléctricas del país, adquirir las tecnologías necesarias y el combustible requerido para garantizar un suministro de electricidad estable a la población y a los sectores estratégicos de la economía nacional.
Como resultado, se han debido aplicar constantes interrupciones al servicio eléctrico que generan en la población estrés, agotamiento emocional, angustia, ponen en jaque el sistema de refrigeración y cocción en las viviendas, al tiempo que impacta de manera transversal en la productividad e impide el funcionamiento del país.
Aleandris Guerra Peña, trabajador por cuenta propia en el emprendimiento “D´ La Sierra”, en la provincia de Santiago de Cuba, dedicado a la producción de pinturas, ha sido testigo de estas afectaciones en el desempeño de su negocio. Al respecto, refiere:
“Solo en la primera quincena de mayo, tuvimos una afectación de 800 000 pesos cubanos en tanto dejamos de producir por falta de electricidad 3200 litros de pintura. Lo anterior hubiera generado un salario total a distribuir de 64 000 pesos cubanos entre los trabajadores.
Todas estas producciones tenían sus clientes asegurados, pero no pudimos cumplir con esas demandas. Estamos trabajando, según permita el servicio eléctrico, para ir entregando los pedidos atrasados. Esta situación nos ha obligado a no aceptar más solicitudes, que hubieran representado ventas impor tantes y, por tanto, ingresos significativos dejados de percibir”.
En enero de 2024, no se pudo ejecutar un suministro de piezas de repuesto de la fábrica italiana Termomeccanica para la Central Termoeléctrica Ernesto Che Guevara, ya que la misma fue comprada por la compañía Trillium, que tiene una de sus sedes centrales en los EE.UU. La ausencia de estos insumos ha provocado, en varias ocasiones, la indisponibilidad de las unidades generadoras de la Central Termoeléctrica Ernesto Che Guevara.
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La firma Accelleron, heredera de ABB Turbocharging, de la cual se obtenía la tecnología de los turbocargadores empleados por la Unión Nacional Eléctrica, mantiene su posición de no trabajar directamente con Cuba para cumplir con la política de sanciones unilaterales de los Estados Unidos sobre las exportaciones a países incluidos en la Lista de Estados patrocinadores del terrorismo del gobierno estadounidense.
La Unión Nacional Eléctrica (UNE) no ha podido disponer del financiamiento necesario para ejecutar los mantenimientos parciales, ampliados y capitales para las unidades térmicas del país, lo cual ha implicado que 13 de las 15 unidades se encuentren fuera del ciclo de mantenimiento, varias de ellas por más de tres ciclos que corresponden cada 5 años. Como resultado, el nivel de averías ha sido considerable.
Estas condiciones de las unidades térmicas implican también un incremento del índice de consumo en el orden de las 319 mil toneladas de combustible, con un costo adicional para la UNE en el año 2023 de 127 millones 800 mil dólares.
Como resultado de la persecución a las operaciones financieras con Cuba, en las importaciones de combustibles, el pago se mantiene a través de cartas de crédito irrevocables y confirmadas (pagaderas a la vista) con un solo banco, cuya capacidad de confirmación está limitada y muchas veces no cubre el valor de los cargamentos a importar en el mes.
En el campo de la minería, se ha complejizado la adquisición de equipamiento para el análisis y monitoreo del proceso tecnológico asociado a esta actividad. Durante el período, un fabricante internacional de estos equipos no aceptó ventas directas a Cuba por estar en la lista de Estados patrocinadores del terrorismo del gobierno de los EE.UU.
En diciembre del 2020 se constituyó el Contrato de Asociación Económica Internacional (CAEI) del proyecto minero Cajálbana, en la provincia de Pinar del Río, entre la sociedad mercantil cubana Commercial Caribbean Nickel S.A (CCN) y la empresa australiana Caribe Metals Corporation PtyLimited (CMC), que entró en vigor el 28 de diciembre del 2020, por un plazo de 3 años.
A CMC no le fue posible transferir los fondos necesarios para iniciar las tareas y trabajos de campo y llevar a cabo el Estudio de Factibilidad Técnico-Económico previsto, por la negativa expresa de los bancos australianos de realizar transferencias de fondos a Cuba, alegando las medidas del bloqueo y las posibles afectaciones a sus intereses si prestaban ese servicio.
Concluyó la vigencia del contrato sin solucionarse la afectación descrita. Estos hechos constituyen un ejemplo fehaciente de los efectos del bloqueo en el sector de la minería y su impacto en la ejecución y conclusión de un con trato que implicaba la realización de los estudios, la proyección, procuración, puesta en marcha y explotación de una fábrica para producir y comercializar productos del níquel y cobalto, lo que pudo haber generado importantes recursos financieros para el país.