El debate enfatiza la importancia de entender y gestionar las implicaciones del mundo digital con conciencia y responsabilidad. Foto: Archivo/ Cubadebate.
Cubadebate.- En los últimos días, un suceso doloroso compartido de manera indiscriminada en redes sociales desde La Habana ha generado una fuerte condena. El periodista Humberto López, en el Noticiero Estelar, destacó la necesidad de un enfoque ético en el uso de celulares y la difusión de contenidos digitales, resaltando los riesgos de llegar a extremos lamentables.
Especialistas han subrayado la urgencia de implementar una política pública integral que fomente una educación sólida en el manejo de la tecnología, combinando destrezas técnicas con principios éticos y valores. Enfatizan que este esfuerzo debe comenzar desde la infancia y abarcar todos los niveles educativos para enfrentar los desafíos de un mundo donde los dispositivos móviles son cada vez más imprescindibles y avanzados.
El debate pone en la mira cómo las redes sociales y la tecnología deben ser utilizadas de manera responsable y con conciencia ética para evitar daños sociales innecesarios.
Un reciente acontecimiento, de carácter sensible, compartido en las redes desde la capital, ha reavivado la discusión sobre la ética en el uso de imágenes y contenidos digitales. López reflexionó sobre los límites éticos en la utilización de dispositivos móviles y las implicaciones de los comportamientos en el mundo digital, que hoy se entiende como una prolongación de la vida física. Advirtió que las acciones en el espacio virtual tienen consecuencias que trascienden la pantalla de un móvil.
Urge una política pública integral que fomente la educación en tecnología y conducta ética desde la infancia, involucrando a todos los niveles educativos. La responsabilidad digital no puede postergarse más, ya que la sociedad debe actuar para frenar los abusos que esta problemática ha evidenciado.
Del mismo modo, el debate señala la importancia de entender y gestionar las implicaciones del mundo digital con conciencia y responsabilidad, a medida que estos avances tecnológicos se consolidan en nuestra vida diaria.
En un intento por esclarecer un polémico incidente ocurrido en el hospital Calixto García, el director de la institución recibió a quienes buscaban información objetiva sobre lo sucedido. En el centro de la controversia se encuentra un doloroso video grabado poco después de la muerte de un querido artista, lo que ha generado una ola de indignación y cuestionamientos éticos en la sociedad cubana.
El propósito de dicha investigación no fue alimentar el morbo o la curiosidad, sino brindar al pueblo respuestas claras sobre los hechos. Este caso pone en evidencia la necesidad de abordar de manera urgente el manejo responsable de los contenidos digitales y la ética en su difusión, destacando el impacto social de estas acciones.
Luego de la publicación de un polémico video en redes sociales relacionado con el artista que falleció, el hospital Calixto García implementó una serie de medidas para prevenir futuros incidentes similares. Según informaron las autoridades del centro, el mismo sábado por la noche, tras conocer la difusión del audiovisual, se creó una comisión compuesta por directivos y profesionales de la institución.
El domingo en la mañana, dicha comisión inició una investigación para identificar a las 13 personas vinculadas de alguna manera con la atención del paciente, detallando las funciones específicas que desempeñó cada una. Asimismo, revisaron minuciosamente el protocolo médico que se aplica en casos de pacientes politraumatizados.
La investigación también reveló que, en el lugar del accidente, dos médicos que transitaban por allí atendieron al paciente y lo acompañaron en la ambulancia hacia el hospital, mostrando un gesto solidario acorde a los principios médicos.
Estas acciones subrayan el compromiso de los galenos con la ética profesional y la necesidad de tomar medidas preventivas para proteger la privacidad y la dignidad de los pacientes en un futuro.
Durante el traslado hacia el hospital Calixto García, dos médicos realizaron maniobras de reanimación para estabilizar al accidentado. Al llegar, este fue atendido en la línea de mayor riesgo vital por un equipo especializado compuesto por un médico intensivista, dos cirujanos generales y dos enfermeros expertos en cuidados intensivos.
El equipo médico se reforzó con la participación de un ortopédico, un especialista en cirugía maxilofacial y técnicos de imagenología y electrocardiografía para evaluar de manera integral al paciente. Este despliegue subraya el compromiso y la preparación del personal sanitario ante situaciones de emergencia crítica. Después de un tiempo decretado por los protocolos internacionales, y al no obtener respuesta, se decreta la muerte.
Ya fallecido, se le traslada a una habitación contigua. La técnica de electrocardiograma entra al cubículo. Esta persona ingresó con el teléfono escondido dentro de su ropa, haciendo comentarios impropios y contrarios a la ética y al respeto.
El resto de los que se encontraban en el sitio, desconocían lo que ella estaba haciendo. Las 13 personas que tuvieron contacto con el paciente fueron entrevistadas por una comisión del Ministerio de Salud Pública. De esas 13, coinciden 12 en que la voz que se escucha es la de la técnica de electrocardiograma. No tienen la más mínima duda.
La persona implicada, en su primera conversación dijo que no tenía nada que ver con eso. Minutos después, en una segunda versión aceptó haberlo grabado pero no reconoció haber compartido el contenido delicado. Alegó, además: “Alguien me habrá quitado el teléfono y lo habrá publicado”. Tercera historia: “Yo lo grabé y se lo pasé a mi esposo”, y ya por último afirmó: “Yo lo grabé, no se lo pasé a mi esposo y no voy a decir nada más”.
La persona de la que hablamos no es joven. Lleva años trabajando en el hospital. La violación que cometió en pleno ejercicio de sus funciones es grave. La vergüenza pública que significa hacer algo de esta índole debe estremecernos.
Hoy, por su acción tan deleznable, se le notificaron las siguientes medidas. Se desarrolló un análisis disciplinario y ante la gravedad de las infracciones se le separa definitivamente del sector de la salud. La imposición es facultad del director del centro de salud. Esta medida puede ser apelada, y ella puede hacerlo ante una comisión provincial del gobierno, quien tiene la misión de conocer y decidir sobre reclamaciones que reciba.
Una segunda medida también le fue comunicada en esta jornada de viernes. El director del hospital solicitó al director provincial de salud de La Habana que inicie un proceso de inhabilitación en el ejercicio de la profesión. Es tarea de la Dirección Provincial de Salud crear una comisión que conformará un expediente, el cual será remitido al ministro de Salud Pública para que proceda o no a la inhabilitación o limitar ese título ante una resolución ministerial.
Estas son medidas de corte administrativo que está adoptando el Ministerio de Salud Pública. No obstante, además de esto, Cuba tiene un Código Penal vigente con regulaciones muy claras que protegen bienes jurídicos como, por ejemplo, el honor de las personas, la integridad de las telecomunicaciones, las tecnologías de la información y la comunicación y sus servicios.
En la realización de cualquier delito, constituye un agravante usar las redes sociales y la tecnología, lo cual queda claramente expuesto en el artículo 80.1, inciso q.
Para fortuna de la esencia e idiosincrasia del pueblo cubano, en medio de las dificultades hay mucha gente buena que le duele y no tolera, ni va a tolerar, ningún hecho de semejante naturaleza. En medio de la consternación, tales muestras de repudio a la difamación significa que no lo hemos perdido todo.
Se hace necesario, entonces, rescatar fervientemente a ese cubano solidario que era muy común antes y que se detenía a ayudar a otros ante el más mínimo pedido de auxilio. El egoísmo y la desidia no pueden triunfar. No porque los tiempos sean más difíciles renunciaremos a ser mejores.
El espíritu del cubano jamás fue ese. Nos toca a los más jóvenes y a los que vienen detrás buscar dentro esa semilla que está en nuestro ser y hacerla germinar de nuevo. Los tiempos tendrán, necesariamente, que ser mejores.
Y si ya, para ese entonces, los tiempos no son los malos sino nosotros los seres humanos...¿de qué nos servirá un mejor entorno económico, de solvencia si como seres pensantes seremos más animales y sin raciocinio, sin valores y sin amor? La confianza de que eso no sucederá, nos queda. Trabajemos en aras de ello.