Lázaro Fariñas* / Foto: Virgilio Ponce - Cubainformación / Hermes / Martianos.-“Llegaron los sarracenos y nos molieron a palos….” Me viene eso a la mente ante la ola de propaganda que en contra del gobierno cubano se ha levantado por los grandes medios, tanto de Europa como de los Estados Unidos, por la muerte en un hospital de Santa Clara de un ciudadano cubano. El difunto no podía tener más enfermedades.

Norelys Morales Aguilera – Blog Isla mía.- Aún cuando dispone de recursos políticos, económicos, mediáticos y financieros la llamada disidencia cubana, carece del apoyo popular que les exigen sus pagadores. Y, no porque no lo hayan intentado.

Juventud Rebelde.- En las últimas horas, una nueva campaña difamatoria se orquesta contra la Revolución.  En esta ocasión, ante la muerte del ciudadano cubano Juan Wilfredo Soto García, ocurrida el pasado 8 de mayo, por una pancreatitis aguda, en el hospital Provincial Arnaldo Milián Castro, en Santa Clara.

Yohandry Fontana - Blog de Yohandry.- Juan Wilfredo Soto García murió el domingo como consecuencia de una pancreatitis aguda e insuficiencia renal, aquejado además de diabetes, hipertensión y una miocardiopatía dilatada, explicó al Blog de Yohandry el doctor Rubén Aneiro Medina, de la Sala de Terapia Intermedia del Hospital Arnaldo Milián, de la ciudad de Santa Clara.

Norelys Morales Aguilera - Blog Islamía.- Juan Wilfredo Soto García, vinculado a grupo contrarrevolucionario, murió el domingo en la ciudad de Santa Clara, a consecuencia de una pancreatitis aguda e insuficiencia renal. Estaba aquejado además de diabetes, hipertensión y una miocardiopatía dilatada, según fuentes médicas.

J. M. Álvarez - Cubainformación.- “Bloqueros disidentes” y “disidentes clásicos”, que andan a la greña a ver quien saca mayor tajada de sus embustes, han anunciado la muerte de un expreso que tenía antecedentes por delitos contra la propiedad social.

Omar Pérez Salomón – Lapupilainsomne.- Cuando Obama se instaló en la Casa Blanca, algunos pensaron que cambiaría el rumbo de la política de Washington hacia la mayor de las Antillas. Pero varios hechos confirman que nada ha variado. Por ejemplo, se sigue gastando el escaso dinero de los contribuyentes norteamericanos en orquestar campañas de propaganda contra la Revolución Cubana y en financiar una oposición espuria en la isla.