Entrevista al escritor y periodista cubano Enrique Ubieta

Público.- El presidente cubano, Raúl Castro, reiteró el pasado lunes su posición ante la crisis causada por la muerte por huelga de hambre del disidente Orlando Zapata y ante el pulso que mantiene otro huelguista, Guillermo Fariñas. Antes desaparecer que doblegarse. ¿Ceder? ¡Jamás! La intelectualidad del régimen cierra filas con él y despliega una unidad sin fisuras. Enrique Ubieta, escritor y director de la publicación La calle del medio, está en España para contrarrestar lo que considera "una campaña de descrédito para destruir el bastión moral cubano".

Silvio Rodríguez - Rebelión.- La Habana, 9 de abril de 2010

Montaner:

Sé que, cuando Marx murió, Martí le dedicó algunas frases de homenaje, si mal no recuerdo “por haberse puesto de parte de los pobres”. Por favor, ilústrame y muéstrame las “críticas severas” del Apóstol al autor de El Capital.

Montaner:

Antes de la Revolución, la mayoría de los cubanos no podía ni soñar con tener casa propia. Mi familia entre ellos. El único inmueble que ahora mismo poseo es mi casa. Infórmate mejor, porque hasta el día de hoy no tengo propiedades o empresas en Cuba o en el extranjero.

Montaner:

En algunas entrevistas y canciones, a través de una trayectoria de más de 40 años, he señalado lo que he considerado criticable del proceso revolucionario. En otras he apoyado este proceso, sin caer jamás en el servilismo o el panfleto. No hay dualidad en esto. En ambas facetas soy el mismo cubano pretendiendo asistir a los suyos.

Montaner:

No me molesta un gobierno de ancianos. En muchas culturas antiguas tener edad, por la sensatez inmanente, era un requisito para gobernar. Acuérdate de que tú también adquiriste tus “juicios morales, tu precepción de la realidad y de los conflictos sociales” hace medio siglo. No pretendas venderte como prospecto de la generación del dos mil, que no te queda bien.

Montaner:

Los fusilamientos se originaron en los primeros meses de la Revolución, contra criminales de guerra del batistato: torturadores y asesinos probados en los juicios que el pueblo de Cuba miró sobrecogido. La guerra despiadada que nos impuso la CIA obligó al gobierno a mantenerla como medida persuasiva. Con los años me he dado cuenta de que la pena de muerte es algo que debiera abolirse en todo el mundo, por incivilizada. Estoy convencido de que el cese de las hostilidades contra Cuba sería el principio del fin de la pena de muerte en nuestra Patria.

Montaner:

La oposición, en las prisiones, enfrenta el mismo drama que en las calles: no tienen pueblo, sus posiciones los alejan de las masas. En el 2008 más de treinta artistas e intelectuales visitamos 16 prisiones y cantamos ante más de 40 mil reclusos. Los malos tratos que ustedes manifiestan no tienen nada que ver con la mucha preocupación que vimos en las autoridades carcelarias de todos los penales que visitamos. El mismo hecho de que exista un movimiento de aficionados tan poderoso en las prisiones cubanas contradice profundamente la versión que ustedes propagan.

Montaner:

No estoy de acuerdo con los actos de repudio, pero otros cubanos se indignan hasta el punto de cometerlos. Los cubanos de Miami hacen lo mismo. Debe ser la parte triste de nuestro karma. Encuentro lógico que las madres y esposas de los presos se preocupen por sus familiares y que lo manifiesten. No me parece muy honesto que reciban ayuda económica de otro gobierno y mucho menos de connotados terroristas, como parece ser el caso de ciertas señoras. La censura, como en otros países, existe en Cuba. Y ahí donde estás ahora mismo, existe también, sobre todo para los que no piensan como tú.

Montaner:

Me parece que no te corresponde decir lo que recuerdan los angoleños. A mí me consta que recuerdan mucho y bien la desinteresada ayuda de los cubanos. En Cuba nunca se ha usado una gota de combustible de Cabinda, donde estuve personalmente y vi caer a hombres extraordinarios, defendiendo ese petróleo para que una Angola soberana decidiera su suerte.

Montaner:

Si tanto deseas que Cuba sea mejor, cambia tu lógica y empieza a luchar contra el bloqueo. El bloqueo es genocida, inmoral, impresentable. Mientras exista será la justificación para no bajar ni un ápice la tensión defensiva. Si quieres tanto a los somalíes, supongo que debes querer al menos igual a los niños cubanos. Pues bien: los niños cubanos, gracias al bloqueo, este año no podrán entrar masivamente a los conservatorios musicales. Y no me vayas a decir que el gobierno cubano se volvió loco y ahora quiere destruir lo que construyó. En tus manos queda hacer felices a cientos de miles de niños del país en que naciste.

Por eso, Montaner:

Lucha contra el bloqueo para que el talento que lleva 50 años floreciendo no se frustre.

Con probada vocación patriótica e internacionalista,

Silvio Rodríguez Domínguez.

PD: La todopoderosa “Gran Prensa” que te apoya ya empezó a publicar versiones convenientes de este careo. Sé demócrata cabal (y cívico) y pídeles que muestren íntegras mis palabras.

René Vázquez Díaz - Le Monde Diplomatique/Rebelión.- La política de singularizar injustamente a Cuba sirve de garante a los obstáculos comerciales y de cooperación internacional que afectan duramente al cubano de a pie. La Posición Común de la UE contra Cuba pone de manifiesto la falta de moral de un país como Suecia, que se empeña en perpetuarla pese a los esfuerzos de normalización que ha realizado España. El atrincheramiento unilateral contra Cuba ya no es ni siquiera una posición común en el coro europeo, sino la obsesión de un grupo de países (Alemania, Gran Bretaña, la República Checa y Los Países Bajos) decididos a recrudecer las vicisitudes de los cubanos más vulnerables.

Propuesta por José María Aznar, la entonces Posición Común fue adoptada en 1996 en un marco de relaciones internacionales que ha cambiado sustancialmente. Aznar pasó a la historia universal de la indecencia como partidario de un golpe de Estado para derrocar una “democracia indeseable”, la venezolana. En legítima defensa de la seguridad de sus ciudadanos, en 1996 Cuba derribó dos avionetas de una organización terrorista con sede en Miami que violaron repetidamente el espacio aéreo de la Isla. Después del 11 de septiembre, nadie pone en duda el peligro que ese tipo de vuelos representan. Hoy la economía norteamericana depende de la influencia de un aparato dominado por un Partido Comunista, el de China. Todos los países de Europa se benefician del comercio con el régimen chino, que estructuralmente se diferencia muy poco del cubano. Si no existe una Posición Común Europea para que China cambie de sistema, hay que desmantelar inmediatamente la Posición no-Común para que el de Cuba cambie.

Jean Guy Allard (Patria Grande) - Rebelión.-Para orientar sus políticas sobre América latina, el Parlamento Europeo, padeciendo sin dudas de amnesia, tiene de asesores a nada menos que los nietos de quienes desencadenaron la Guerra civil española con su millón de muertos y aplaudieron frenéticamente al golpe de estado en Venezuela.

Luis Toledo Sande - Rebelión.- Que alguien de mucho nombre y de larga vida, asociada en sus mejores momentos —que no fueron pocos— a la trayectoria de la Pasionaria, y a su afán justiciero, defienda a Cuba, como acaba de hacer Santiago Carrillo, es un gesto que no debe pasar sin el reconocimiento que merece. Cuba goza de la hermandad y de la consiguiente defensa de millones y millones de personas honradas, justicieras, tiene la defensa de la mayoría de quienes integran los pueblos del mundo. A pesar de la endiablada red mediática urdida para satanizarla, esa defensa perdura, y perdurará mientras sea necesaria.

Ángel Guerra Cabrera • La Jornada - LaJiribilla.- La mentalidad colonialista de los editores del diario español El País no conoce límites y revela descarnadamente la penosa decadencia intelectual de quienes tripulan los pulpos mediáticos. “Raúl Castro se atrinchera contra el mundo”, titula la nave insignia del Grupo Prisa, como si el mundo, la humanidad, se redujera a las elites gobernantes de Estados Unidos y Europa y sus sirvientes locales de los países “en desarrollo”. Los pueblos no cuentan y menos si son “de color” y se rebelan contra los desmanes civilizatorios del capital en América Latina, Asia y África.

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