Canciones con palabras o sin ellas, como aquellas en las que la música en sí misma deja testimonios de redención y belleza; canciones de resonancias líricas o épicas, como las que nos han acompañado durante siglos, en las noches del hambre, en la soledad oscura de las cárceles, en las montañas y los llanos, en el amor y el desamor, en medio de la vida y sus sorpresas.
Apenas ha comenzado un nuevo siglo. Las redes de manipulación de los centros hegemónicos son cada vez más sofisticadas. Atentan contra la diversidad cultural, quieren imponer patrones únicos, destruyen la memoria, globalizan la banalidad y privilegian el dinero y la fama por sobre el talento.
Ante esas realidades, nosotros, participantes en el Primer Encuentro de la Canción Necesaria, desde esta Isla que canta, propiciamos esta tribuna de intercambio y reflexión; nos pronunciamos por defender y cultivar un arte que abrace el mejoramiento humano, que estudie las raíces de nuestros pueblos, que proyecte sus luchas y esperanzas, hacia un mundo mejor.
Nos une la idea de promover circuitos alternativos para la difusión de nuestras músicas y nuestras razones éticas y estéticas, de trabajar por la integración y emancipación de nuestras culturas.
Sonarán las trompetas, las guitarras, el tres, el cuatro, los tambores, las flautas, las gaitas, los chequerés, las maracas, los violines y las arpas en los llanos venezolanos, en el altiplano boliviano, en la pampa ardiente del Sur, en los ghettos del Norte, en las laderas de los Andes y las Montañas Rocosas; en las islas caribeñas, en las praderas africanas y las estepas asiáticas. Cantarán las voces desde la espuma donde asciende la memoria de Bolívar y Martí. Cantaremos la canción necesaria, urgente e inclaudicable, porque ella es el himno del reino de este mundo.
La Habana. Cuba. Mayo del año 2007
Casa de las Américas siempre será hogar del canto vital
PEDRO DE LA HOZ
pedro.hg@granma.cip.cu
Con la entrega del Premio de Honor Cubadisco a la Casa de las Américas, en una de las sesiones del Primer Encuentro de la Canción Necesaria, quedó confirmada la estirpe resistente y liberadora de una institución que cuarenta años atrás acogió por primera vez a músicos insumisos y comprometidos con sus culturas en lo que entonces se llamó Encuentro de la Canción Protesta.
Idéntico reconocimiento recibió la Fundación Víctor Jara, que desde Chile desarrolla una labor de promoción del legado del cantor asesinado por las hordas fascistas tras el golpe de estado de 1973.
Precisamente Víctor Jara, junto al venezolano Alí Primera y el cubano Noel Nicola, es una de las figuras tutelares del Primer Encuentro de la Canción Necesaria, que este sábado en la mañana tendrá su última sesión teórica en el Hotel Habana Libre y luego un concierto en la sala Che Guevara, de Casa, donde a las 5:00 p.m. importantes músicos venezolanos —Beto Valderrama y su grupo, Antonio Armas, Martín Ayala, Grupo de Planta y Los Guaraguaos— pondrán punto final a la cita.
Entre los animadores del encuentro se hallan el dominicano Víctor Víctor y el chileno Pancho Villa, quienes han desarrollado una línea de creación apegada a los valores auténticos de sus respectivas culturas musicales.
Acerca de la relación de Cuba con esta canción necesaria se refirió el poeta Víctor Casaus, quien defendió la inexcusable misión de la poesía y la canción como una forma de ayudar a consolidar las transformaciones revolucionarias.
En tal sentido recordó cómo desde su nacimiento, en ámbitos como los que auspiciaron Casa de las Américas y el ICAIC, la Nueva Trova apostó por la autenticidad y la imaginación.
Ante esas realidades, nosotros, participantes en el Primer Encuentro de la Canción Necesaria, desde esta Isla que canta, propiciamos esta tribuna de intercambio y reflexión; nos pronunciamos por defender y cultivar un arte que abrace el mejoramiento humano, que estudie las raíces de nuestros pueblos, que proyecte sus luchas y esperanzas, hacia un mundo mejor.
Nos une la idea de promover circuitos alternativos para la difusión de nuestras músicas y nuestras razones éticas y estéticas, de trabajar por la integración y emancipación de nuestras culturas.
Sonarán las trompetas, las guitarras, el tres, el cuatro, los tambores, las flautas, las gaitas, los chequerés, las maracas, los violines y las arpas en los llanos venezolanos, en el altiplano boliviano, en la pampa ardiente del Sur, en los ghettos del Norte, en las laderas de los Andes y las Montañas Rocosas; en las islas caribeñas, en las praderas africanas y las estepas asiáticas. Cantarán las voces desde la espuma donde asciende la memoria de Bolívar y Martí. Cantaremos la canción necesaria, urgente e inclaudicable, porque ella es el himno del reino de este mundo.
La Habana. Cuba. Mayo del año 2007
Casa de las Américas siempre será hogar del canto vital
PEDRO DE LA HOZ
pedro.hg@granma.cip.cu
Con la entrega del Premio de Honor Cubadisco a la Casa de las Américas, en una de las sesiones del Primer Encuentro de la Canción Necesaria, quedó confirmada la estirpe resistente y liberadora de una institución que cuarenta años atrás acogió por primera vez a músicos insumisos y comprometidos con sus culturas en lo que entonces se llamó Encuentro de la Canción Protesta.
Idéntico reconocimiento recibió la Fundación Víctor Jara, que desde Chile desarrolla una labor de promoción del legado del cantor asesinado por las hordas fascistas tras el golpe de estado de 1973.
Precisamente Víctor Jara, junto al venezolano Alí Primera y el cubano Noel Nicola, es una de las figuras tutelares del Primer Encuentro de la Canción Necesaria, que este sábado en la mañana tendrá su última sesión teórica en el Hotel Habana Libre y luego un concierto en la sala Che Guevara, de Casa, donde a las 5:00 p.m. importantes músicos venezolanos —Beto Valderrama y su grupo, Antonio Armas, Martín Ayala, Grupo de Planta y Los Guaraguaos— pondrán punto final a la cita.
Entre los animadores del encuentro se hallan el dominicano Víctor Víctor y el chileno Pancho Villa, quienes han desarrollado una línea de creación apegada a los valores auténticos de sus respectivas culturas musicales.
Acerca de la relación de Cuba con esta canción necesaria se refirió el poeta Víctor Casaus, quien defendió la inexcusable misión de la poesía y la canción como una forma de ayudar a consolidar las transformaciones revolucionarias.
En tal sentido recordó cómo desde su nacimiento, en ámbitos como los que auspiciaron Casa de las Américas y el ICAIC, la Nueva Trova apostó por la autenticidad y la imaginación.