Carlos Lage, secretario del Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros, Yadira García, Fernando Acosta y Marino Murillo, titulares de las industrias Básica y Sidero Mecánica y de Comercio Interior, respectivamente, participaron en el intercambio. También aportaron informaciones Fran-cisco Soberón, presidente del Banco Central de Cuba, y Enrique Gómez, jefe de los Trabajadores Sociales en el país.
En el diálogo, bajo la conducción de Ricardo Alarcón, presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular, Lage resumió que como parte de la Revolución Energética están en manos de las familias más de 22 millones de equipos de siete tipos diferentes (cocinas y ollas eléctricas, ollas arroceras, refrigeradores, televisores).
Según reconoció, las primeras hornillas eléctricas entregadas constituyeron un error, pues no tuvieron la calidad necesaria para el uso intensivo que recibirían y fue necesario recogerlas. Similar evaluación hizo de las jarras eléctricas porque al emplearse en fines no previstos, empezaron a generar consumos de electricidad por encima de los calculados y se decidió suprimir su distribución.
El resto de los electrodomésticos; es decir, la mayoría tiene demostrada calidad, con índices de rotura aceptables, indicó el también Vicepresidente del Consejo de Estado, quien enfatizó la importancia de perfeccionar la labor de los talleres de reparación.
Lage, al concordar con las opiniones expresadas por otros diputados acerca de la carestía de la vida doméstica, recordó que el país viene recuperándose económicamente, pero aún no hemos dejado atrás el periodo especial. Ese contexto interno, unido al agravamiento del bloqueo, al incremento de los precios del petróleo y de los alimentos en el mercado internacional, hay que tenerlo en cuenta a la hora de aquilatar programas como el de la Revolución Energética.
Pese a las tensiones financieras, en los últimos dos años se han invertido más de 1 500 millones de dólares en el aumento de la capacidad nacional de generación eléctrica, y solamente las importaciones para la rehabilitación de las redes (sin contar producciones internas con gastos en divisas) ascenderán a más de 260 millones en moneda libremente convertible, sopesó.
Hoy, recordó Lage, la situación es bien distinta a la de septiembre del 2004 cuando, en medio de una profunda crisis en el sector energético, el Comandante en Jefe Fidel Castro encabezó profundos análisis que condujeron a rectificar la política nacional en esa rama y a estructurar nuevas ideas para dar paso a lo que después llamamos Revolución Energética.
En estos momentos, recalcó, no hay apagones por déficit de generación, millones de equipos altamente consumidores de electricidad han sido sustituidos por otros eficientes, se instalaron miles de motores diésel y fuel oil para generar electricidad de manera distribuida en el país, avanza la reparación y el mejoramiento de las redes eléctricas y la eliminación de zonas de bajo voltaje, aumenta la producción nacional de petróleo y gas, la actividad de prospección, y el control sobre los combustibles, aunque todavía no es suficiente.
Hay, además, 500 megawatts instalados en grupos electrógenos de emergencia (deben llegar a 700) para asegurar el funcionamiento de los principales centros productivos y de servicios: panaderías, hospitales, policlínicos, fuentes de abasto de agua¼ en todas las provincias y el municipio especial de Isla de la Juventud.
No será el poder adquisitivo de los ciudadanos, reiteró, un impedimento para acceder a los equipos electrodomésticos. Además de los créditos bancarios, en cada municipio fue creada una comisión encargada de evaluar qué soluciones brindar a las personas en más desventaja social.
Hasta el momento, el problema para el cual tenemos menos claridad acerca de cómo resolverlo, es el relacionado con el mal estado de las instalaciones eléctricas en el interior de las viviendas, pero la Unión Eléctrica estudia el asunto y deberá presentar las propuestas técnicas que permitan emprender el trabajo, explicó Lage.
La Revolución Energética, ponderó, posee una importancia decisiva: el ahorro de electricidad y de combustible, sobre la base de la eficiencia y la racionalidad, representa la principal fuente financiera para invertir en ese y otros programas en bienestar del pueblo.
A ello, agregó, se une la trascendencia política, pues significa demostrar que un sistema socialista puede enfrentar uno de los problemas principales de la humanidad: el agotamiento de los combustibles fósiles y el incremento de la contaminación ambiental por su uso indiscriminado, debido a los patrones de las sociedades de consumo.
Yadira García, quien reseñó pormenorizadamente los principales resultados de la revolución Energética, informó que la distribución de refrigeradores está recibiendo un importante impulso, sobre todo en Ciudad de La Habana, donde por diferentes razones se retrasó el proceso y solo se había entregado el 58% de los previstos.
Según precisó, en las zonas de bajo voltaje donde ya dieron el módulo de cocción eléctrica, la política es reanudar la distribución de los combustibles tradicionales hasta tanto se resuelva el problema, para no perjudicar a las familias.
En opinión de la Ministra, hoy los mayores potenciales para avanzar en el ahorro y la racionalidad están en el sector estatal, cuyas prácticas continúan viciadas por el descontrol, el derroche y la falta de exigencia.
Respondiendo interrogantes de los diputados, Francisco Soberón consideró que en el pago de las mensualidades por los efectos electrodomésticos resulta justo considerar las estimulaciones en CUC (pesos cubanos convertibles), pues los trabajadores beneficiados por esa vía poseen más capacidad financiera para responder a la deuda con el banco. No obstante, si por espacio de varios meses consecutivos se deja de percibir, los interesados tienen el derecho de solicitar una reevaluación de su caso.
Dijo también que se ensayan alternativas para facilitar la gestión de pago de los créditos por parte de los jubilados, quienes ahora se ven obligados a acudir a las sucursales bancarias. Entre las posibilidades incluyó la prestación del servicio en unidades de correo y otras entidades cercanas a los lugares de residencia de las personas, el empleo de gestores-cobradores que van a las casas y el establecimiento de chequeras con el descuento por el préstamo recibido.
PAGO A PRODUCTORES AGROPECUARIOS
Los mecanismos financieros aprobados, como pago por facturas y fondos rotatorios creados en el sistema bancario, permiten viabilizar los pagos a los productores agropecuarios por parte de las empresas.
Georgina Barreiro, ministra de Finanzas y Precios, explicó a los diputados que las consecuencias derivadas de la descapitalización de las entidades agropecuarias y cañeras por el periodo especial y las ineficiencias arrastradas por bajos rendimientos, no propiciaban el pago en el plazo fijado a los productores.
Aunque el Ministerio de Finanzas y Precios adoptó medidas, los problemas continuaron. En el 2006, a instancias del grupo de trabajo del Buró Político, se im-plementaron mecanismos para acabar con las indisciplinas en la liquidación de las deudas con los agricultores. Este tema fue analizado en el periodo ordinario de sesiones de la asamblea nacional del Poder Popular en diciembre del pasado año, a partir de lo cual se introdujeron nuevas medidas y también procedimientos bancarios que han contribuido a disminuir el impago a los productores.
Orlando Lugo Fonte, presidente de la Asociación de Agricultores Pequeños, dijo que los nuevos mecanismos de pago han beneficiado a todos los productores, pero recalcó en mantener un trabajo sistemático, mediante el seguimiento del tema, mensualmente, en los territorios.
Apuntó que, hasta mayo de este año, los cooperativistas y campesinos han recibido 200 millones de pesos por pagos de productos y que al cierre de mayo no se reportaban deudas fuera del término establecido.
Por solicitud de Carlos Lage, secretario ejecutivo del Consejo de Ministros, Francisco Soberón, presidente del Banco Central de Cuba, explicó las medidas para acabar con esas indisciplinas en las cuentas por cobrar dentro del sistema empresarial.
Inauguran en Granma plantas que aprovechan residuales
SARA SARIOL SOSA
BAYAMO.— La inauguración esta semana de una planta de CO2 y otra de levadura torula, integradas a la empresa azucarera Arquímedes Colina, marca otro paso importante en la provincia de Granma para tratar y aprovechar residuales líquidos.
La primera materializa una vieja aspiración de la entidad perteneciente al Ministerio del Azúcar, preocupada desde hace años por recuperar y darle utilidad al gas resultante de la fermentación de mieles en el proceso de fabricación de alcohol. Hasta la fecha ese gas se perdía e iba a la atmósfera con su consiguiente carga de contaminación al medio ambiente.
Esta productora entregará cuatro toneladas diarias, útiles para el desarrollo de las industrias alimenticia (en la elaboración de cervezas y refrescos) y farmacéutica, y la refinación de petróleo.
Aunque en Cuba hay varias procesadoras similares, la granmense podrá ubicarse entre las mejores, pues con el objetivo de lograr una óptima calidad del producto al ser más clarificado, se introdujeron algunas variantes tecnológicas sobre todo en lo referido al sistema de lavado, purificación y secado.
La planta modular de levadura torula, que funciona igual a una base que reutiliza los residuales de la destilación de alcohol, garantizará en cada jornada unas 60 toneladas de alimento animal de alta demanda en el programa porcino, pues tiene el 47% de contenido proteico y un 14% de materias secas.
Con estas dos inversiones la Arquímedes Colina, ubicada en Bayamo, se posesiona como la de mayor diversificación productiva entre las de su tipo en Granma, provincia que acoge por estos días el octavo taller nacional de medio ambiente, del sector azucarero.