La Habana, 12 jul.- El quinto Encuentro Internacional de Estudios Sociorreligiosos concluyó hoy en esta capital, tras el análisis e intercambio de opiniones sobre los desafíos y conflictos que enfrenta el mundo actual, reportó PL.
La clausura del evento fue hecha por Caridad Diego, jefa de la Oficina de Asuntos Religiosos del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC), quien destacó el tratamiento en la reunión de la necesaria interrelación entre religión y pobreza con la realidad latinoamericana.Se refirió a las injusticias del sistema neoliberal impuesto a los pueblos incrementando la pobreza de muchos y la riqueza de pocos y violando el elemental derecho a vivir, al provocar muchas muertes diarias por hambre y enfermedades curables.
Los oprimidos no conocen sus derechos porque no saben leer y escribir y tienen que renunciar a la educación para tratar de ganar el pan de cada día, expresó.
Al referirse a la situación cubana, rememoró el reconocimiento jurídico a numerosas religiones, entre ellas la Iglesia Ortodoxa Griega, la comunidad budista o la sociedad abacuá, así como el otorgamiento del carácter religioso a la sociedad cultural yoruba.
Igualmente, a varias iglesias del sector evangélico y protestante y a más de 70 centros espiritistas, además de una centena que ya lo poseían.
Diego afirmó que eso fue posible porque la Constitución cubana contempla el reconocimiento del Estado a la libertad religiosa, la cual respeta y garantiza, y el derecho de los ciudadanos a gozar de las mismas prerrogativas sin distinción de raza, sexo o filiación religiosa.
Además, agregó, por la política que el PCC y el Estado tienen hacia las distintas instituciones, propiciándoles un tratamiento por igual y siguiendo la tradición de separación entre la instancia estatal y esas organizaciones.
En Cuba hay ausencia de guerras y conflictos religiosos entre los cultos y ello es posible porque antes que creyentes y no creyentes somos cubanos y tenemos el desafío de enfrentar a un enemigo muy poderoso aspirante a ser dueño absoluto del mundo, dijo.
Condenó que el Departamento del Tesoro norteamericano impidiera la participación en el evento de varios académicos de ese país prohibiendo su viaje a Cuba, y exhortó a continuar trabajando por el logro de un mayor espacio ecuménico construyendo puentes entre las distintas organizaciones religiosas.
Al acto asistieron José Lázaro Hernández, director del Centro de Investigaciones Sociológicas, y Ramón Torreira, jefe del departamento de estudios socioreligiosos.
Más de 200 investigadores y representantes de diferentes creencias, entre ellos 49 procedentes de América, Europa y Asia, participaron durante tres días en el Encuentro.
