Mabel Machado y Harold Iglesias - La Jiribilla.- El afán por elevar el interés hacia la literatura ha encontrado en el Festival Universitario del Libro y la Lectura una forma de innovación y continuidad de un proceso que pueblo e intelectuales han venido construyendo de conjunto. Por estos días, la fiebre del libro invade una vez más todos los rincones de la Isla, en un proyecto que al decir de Edel Morales, director del Centro Cultural Dulce María Loynaz, supera en alcance a la propia Feria Internacional del Libro, su referente más cercano.

A propósito del evento, Morales accedió a dar sus impresiones acerca de este “nuevo despertar literario”, y de lo que pudiera representar para todos aquellos que decidan beber de la fuente inagotable de los libros.

“El FULL es la concreción de un proceso que intenta propiciar una mayor recepción de la literatura por parte de los distintos públicos de toda la nación, así como aumentar la visibilidad y participación de diversas generaciones de escritores, acción que se vislumbra como continuidad de la Feria Internacional del Libro, las Lecturas de Verano y las del Prado”.

El interés por extraer a los autores y su obra de un plano meramente institucional se conjuga con la posibilidad de propiciarles a los lectores una más amplia variedad cultural alrededor del libro.

“El hecho de que este evento haya escogido como sede el entorno universitario, a lo largo de toda la geografía nacional, lo convierte quizá en la acción cultural más amplia del país en este año. Asimismo, su impacto está soportado en la diversidad de receptores en cuanto a procedencia, formación y modos de interpretar la realidad, que genera el estudiantado universitario”.

Para beneplácito de los estudiantes de nivel superior el FULL pondrá a su alcance un mayor espectro de textos tanto de corte académico, como literario.

Justamente en el espacio del Café Literario La Rampa se darán cita diariamente, a excepción de los domingos, varias generaciones de narradores, poetas y trovadores, motivados por el intercambio directo con el público, el cual tendrá la posibilidad de degustar e interactuar con sus textos.

En esta ocasión las plumas jóvenes protagonizarán los encuentros, de la mano de sus más avezados precursores, como parte de un acercamiento al grueso de su público potencial, las nuevas generaciones.

Zurelis López, Yoss, Michel Espinosa, Agné Fong son parte de la nueva hornada de escritores que amenizarán cada tarde de café, junto a César López, Norge Espinosa y el propio Morales, quienes no solo recurrirán a la lectura de sus textos, sino que además trazarán un puente con el público, teniendo en la oratoria y la comunicación directa su enlace principal.

Este espacio contribuirá a aumentar en Cuba a nivel de individuos e instituciones la avidez por la lectura y el libro, interés que tuvo sus albores hace poco menos de 50 años, con la campaña de alfabetización y que por estos días recobra vitalidad.