En esta ocasión también se anunciaron los artistas incluidos en el Libro de Honor del Gran Teatro de La Habana y se entregó el prestigioso Premio Anual del Coliseo de Prado
José Luis Estrada Betancourt - Juventud Rebelde.- Con una ovación rotunda cerró la presentación con la que el Ballet Nacional de Cuba inauguró el 2008 en la sala García Lorca de la capital, luego que la compañía que dirige Alicia Alonso llevara a las tablas una de sus más recientes creaciones, Shakespeare y sus máscaras o Romeo y Julieta.
Protagonizada por los primeros bailarines Anette Delgado y Joel Carreño, la aplaudida coreografía, que vuelve a la tragedia escrita por William Shakespeare, sirvió para que el reconocido colectivo danzario saludara un nuevo aniversario del triunfo de la Revolución, como ya se ha hecho habitual cada 1ro. de enero.
En esta ocasión también se anunciaron los artistas incluidos en el Libro de Honor del coliseo de Prado y se entregó el prestigioso Premio Anual del Gran Teatro de La Habana, que ahora recayó en uno de los grandes bailarines de la historia, el ruso Vladimir Vasiliev quien, cuatro décadas atrás en esa propia sala, evidenciara su clase por vez primera en Cuba junto al BNC.
La gala Dos gardenias para ti, Ibrahim (por el 80 cumpleaños de Ibrahim Ferrer); el recital poético Viajera peninsular, que tuvo lugar durante la pasada edición de La Huella de España; y la soprano María Eugenia Barrios por su meritorio desempeño como la Santuzza de la ópera Caballería rusticana, resultaron las presentaciones más relevantes.
Fueron reconocidos, igualmente, el espectáculo Viaje al sur, centrado por Cristina Hoyos, el bailaor Daniel Navarro y el Ballet Flamenco de Andalucía; y la reposición de Tema y variaciones, de George Balanchine, por el BNC, 60 años después de ser estrenado por la Alonso e Igor Youskevitch.
Shakespeare y sus máscaras regresará a la García Lorca mañana y el sábado, a las 8:30 p.m., así como el domingo, a las 5:00 p.m., mientras que este viernes (9:00 p.m.) la obra con libreto de José Ramón Neyra, escenografía de Ricardo Reymena y vestuario de Pedro Moreno, será bailada para recordar los 280 años de la fundación de la Universidad de La Habana, y los 85 de la fundación de la FEU y de la revista Alma Mater.
