Pablo Soroa Fernández - AIN.- El Estado cubano con el apoyo de organizaciones no gubernamentales extranjeras y agencias de la Organización de Naciones Unidas (ONU), ejecuta 116 proyectos de colaboración internacional en Guantánamo, a 960 kilómetros de La Habana.
Omar Cantillo, delegado del Ministerio para la Inversión Extranjera y la Colaboración Económica (MINVEC), precisó a la AIN que esa cooperación abarca casi todas las esferas del territorio, en particular el programa alimentario y el desarrollo energético sostenible.
Añadió que también benefician la calidad ambiental, la lucha contra la desertificación y la sequía, y a asentamientos humanos y grupos sociales vulnerables, en los cuales se mejoran las condiciones de vida.
Citó el directivo un proyecto sobre agricultura de conservación destinado a devolver la fertilidad a varias parcelas del valle de Guantánamo, auspiciado por la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y cuyo rector es el Instituto de Suelos.
La iniciativa es única de su tipo en Cuba y se denomina Medidas de Mejoramiento y Conservación de Suelos y Agua para Mitigar el Riesgo de Vulnerabilidad Alimentaria en la Cuenca Hidrográfica Guantánamo-Guaso, donde reside el 58 por ciento de la población de la provincia.
El delegado del MINVEC aseguró que también se invierte en el campo de la hidroenergía, para electrificar zonas rurales de una provincia, cuyas tres cuartas partes la cubren montañas.
Indicó que ese organismo apoya un programa destinado a proporcionar servicio eléctrico mediante el aprovechamiento de pequeños y medianos saltos de agua, a más de 10 mil guantanameros radicados en esas zonas.
Elogió las virtudes de ese proyecto en ejecución y con repercusiones económicas, sociales y ambientales, ya que beneficia a más de 10 mil habitantes del campo y desplazará de la red nacional cerca de 400 megawatt-hora (MW-H) anualmente.
Generar esa cantidad de electricidad mediante esa vía inocua y sostenible, que a diferencia de la térmica prescinde del empleo de combustibles fósiles, equivale a reducir en 300 toneladas al año las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera.