Forman parte de los cambios estructurales y conceptuales necesarios en la producción de alimentos y se convierten en garante del control estatal sobre los recursos
Juan Varela Pérez - Granma.-Las delegaciones municipales de la Agricultura —proceso organizativo que acaba de terminar— asumirán la responsabilidad del funcionamiento, el desarrollo, la prevención y el control de la base productiva agropecuaria.
Mientras una siembra está en marcha hay que crear condiciones para que tan pronto se coseche, plantar de nuevo esas tierras.
Esta necesidad se hizo más urgente a partir de la aprobación del reordenamiento del Sistema de la Agricultura, que propugna la disolución de 104 empresas y la reconversión del objeto social de la mayoría de las que quedan, pasando estas a ser prestadoras de servicios.
Mediante esa estructura será posible ejercer el control sobre el uso y tenencia de la tierra, la atención integral, técnica y económica de las entidades, aplicar medidas que impulsen la producción agropecuaria, perfeccionar su comercialización e incrementar la disponibilidad de alimentos y por esa vía sustituir importaciones.
Como se explicó en el seminario regional con dirigentes de las delegaciones de las provincias occidentales, efectuado ayer en el Ministerio de la Agricultura, en el municipio se materializan los principales resultados de toda la base (Granjas, Unidades Básicas de Producción Cooperativa, Cooperativas de Producción Agropecuaria y de Crédito y Servicios) y convergen los impactos positivos o negativos. Estos precisan de soluciones ágiles y oportunas para vencer las dificultades que se presentan en una agricultura sometida a constantes adversidades climáticas, fito y zoosanitarias.
Las delegaciones municipales devienen garante del control estatal sobre los recursos asignados y el destino de las producciones contratadas para evitar indisciplinas, desvíos, ilegalidades, delitos y hechos de corrupción.
En una intervención especial, María del Carmen Concepción González, integrante del Secretariado del Comité Central del Partido, se refirió a la importancia de este proceso y lo que de él se espera. Destacó que los cuadros que asumen estas funciones deben caracterizarse por su lealtad a la Revolución, su amor y entrega al trabajo y a la agricultura, y mantener una correcta e inteligente organización de sus planes que evite las improvisaciones. Destacó lo provechoso de mantener un diálogo permanente con el trabajador, y escuchar las experiencias y sabiduría de quienes, pese a las dificultades, se han mantenido fieles a pie del surco.
María del Cármen Pérez, ministra en funciones de la Agricultura, afirmó que el compañero Raúl en sus más recientes intervenciones se ha referido a la urgencia de desarrollar e incrementar la producción de alimentos. El Segundo Secretario de nuestro partido, subrayó, ha expresado su confianza en los hombres y mujeres involucrados en los cambios estructurales y conceptuales del sector que incluyen, lógicamente, a las delegaciones municipales. Y en la disposición y el sentimiento de todos está en darles, cuanto antes, la respuesta que él y nuestro pueblo esperan.
Por eso esta nueva organización, dijo, tiene que lanzarse como una verdadera vitroplanta con todo un sistema radicular listo para engendrar tantos frutos como el hombre sea capaz de obtener.
Este provechoso intercambio, dirigido por Alcides López, viceministro de la Agricultura, y Clara Toledo, del Departamento Agroalimentario del Comité Central del Partido, y en el cual participaron los principales cuadros y especialistas del organismo, sirvió para evacuar dudas y esclarecer interrogantes sobre la nueva misión que enfrentará el equipo de trabajo de las delegaciones municipales.
