Yanet González Carmona - La Jiribilla - Pinar del Río.- Aunque el día amanece lluvioso en la capital, nada impide la presencia de las Brigadas Artísticas en dos Consejos Populares de Consolación del Sur, provincia de Pinar del Río. El compromiso con la solidaridad es el cimiento de los invitados. Su práctica diaria se trasforma por el sentido de cooperación.
“Estamos aquí por solidaridad ―comentó el cantautor Ángel Quintero— es lo que podemos hacer después de lo ocurrido en el país. Estas personas han perdido todo, lo menos que puede hacer un artista es venir, nuestro trabajo es hacer cultura y eso también tiene que ver con el enriquecimiento de las personas.
De alguna manera se ayuda a mitigar un poquito el caos de muchas familias. Es un duelo nacional, entendemos lo que sucede, la gran mayoría de los damnificados lo han perdido todo, tienen que empezar de cero, y eso cuesta. Un tipo de actividad como la que venimos a realizar, los saca por un momento de su drama, comunicándonos, haciéndolos reír con lo que nosotros podemos hacer, que es cultura, arte.”
Creadores de mensajes cargados de aliento estimulan al pueblo a la recuperación, convirtiendo el arte en esperanza. Iris había comenzado su día visitando centros de trabajo, vecinos, amigos y pequeños grupos que laboran en las obras de las zonas afectadas por los huracanes Gustav y Ike. Ella es la voz de la cultura en el territorio. Todos esperaban con impaciencia la llegada de los artistas. Este proyecto ha nacido en condiciones adversas, ha dado alas a la imaginación.
Abdel Grammalan, el actor, logró con el primer aplauso, poner en contacto al público con la Brigada. Ángel Quintero, envolvió con su música a jóvenes y a no tan jóvenes, a la vez que entregó ánimo con cada acorde. Aun en sus bicicletas, el pueblo sigue atento las expresiones tan conocidas de nuestro querido Churrisco, quien conquistó en instantes el aprecio de todos, mientras Arianna Gutiérrez regaló entusiasmo y participación con su magia, las sonrisas de los niños que formaron parte de su espectáculo. Cada revelación entregaba asombro y deleite en la localidad. “Me da emoción y sentimiento, saber que se acuerdan de nosotros en momentos tan difíciles como este ―nos dijo emocionada Mabel Miguel, una vecina del Consejo Popular―, fue muy bonito el gesto de que vinieran hasta aquí. Gracias y ojalá regresen en otra ocasión."
“Se hace real la frase de Bolívar ―nos confirma Churrisco: 'Un hombre es fuerte cuando es capaz de enfrentarse a la naturaleza y transformarla', en este caso el arte realiza un efecto transformador, hace que las personas se rían y se sientan bien con la visita de una brigada de artistas, y el arte rejuvenece, el arte hace que nunca se pierda la confianza, que nunca se sienta la soledad, eso es muy importante.”
Son artesanos de emociones, los materiales utilizados son reciclados: dedicación, apoyo, comprensión, humildad… Para ellos es su primera experiencia de este tipo y en sus palabras se percibe la satisfacción por el cumplimiento con el deber de cubanos, esos minutos transformaron los rostros abrumados por las pérdidas en cálidas miradas. El escenario ha sido modificado por el contexto que viven los espectadores, pero no dejan de ser un público de lujo. Ha trascendido lo humano, el trabajo en equipo y los buenos recuerdos.
El poblado ―con aplausos, saludos y frases cordiales―, agradece a cada integrante de las brigadas su presencia. Como expresara Abel Prieto, ministro de Cultura: “en estos momentos el arte es una necesidad esencial para el hombre; el humor, la magia y el teatro son portadores espirituales que causan un efecto maravilloso en aquellas personas que los reciben”. Más de 363 artistas han visitado a los ocho municipios afectados de Pinar del Río, reforzando con arte lo que los vientos no pudieron arrastrar: la hospitalidad, la cercanía, las sonrisas de los niños, la ternura de los abuelos, la alegría, recordando en cada acto la verdadera fuerza y belleza de nuestro pueblo.
Iris, la promotora cultural tan necesaria en cada comunidad, nos recuerda casi en la despedida: “Es un gesto muy solidario que vengan a compartir con nosotros, porque eso ayuda a que todos se entretengan, pasen su tiempo distraídos y que vayan sacando sus problemas. Mientras los artistas están compartiendo con el pueblo, ellos se concentran en lo que están viendo y dejan atrás las penas. Sabemos que poco a poco se irán resolviendo las dificultades, pero desgraciadamente lleva tiempo. Veo muy bien que los artistas lleguen hasta nuestra comunidad, a la gente también le gusta compartir con ellos”.
Se ha roto la inercia de lo cotidiano, lo planificado, se ha creado una relación más profunda y comprometida. Las expectativas se han cumplido, solo resta continuar el camino andado.
Creadores de mensajes cargados de aliento estimulan al pueblo a la recuperación, convirtiendo el arte en esperanza. Iris había comenzado su día visitando centros de trabajo, vecinos, amigos y pequeños grupos que laboran en las obras de las zonas afectadas por los huracanes Gustav y Ike. Ella es la voz de la cultura en el territorio. Todos esperaban con impaciencia la llegada de los artistas. Este proyecto ha nacido en condiciones adversas, ha dado alas a la imaginación.
Abdel Grammalan, el actor, logró con el primer aplauso, poner en contacto al público con la Brigada. Ángel Quintero, envolvió con su música a jóvenes y a no tan jóvenes, a la vez que entregó ánimo con cada acorde. Aun en sus bicicletas, el pueblo sigue atento las expresiones tan conocidas de nuestro querido Churrisco, quien conquistó en instantes el aprecio de todos, mientras Arianna Gutiérrez regaló entusiasmo y participación con su magia, las sonrisas de los niños que formaron parte de su espectáculo. Cada revelación entregaba asombro y deleite en la localidad. “Me da emoción y sentimiento, saber que se acuerdan de nosotros en momentos tan difíciles como este ―nos dijo emocionada Mabel Miguel, una vecina del Consejo Popular―, fue muy bonito el gesto de que vinieran hasta aquí. Gracias y ojalá regresen en otra ocasión."
“Se hace real la frase de Bolívar ―nos confirma Churrisco: 'Un hombre es fuerte cuando es capaz de enfrentarse a la naturaleza y transformarla', en este caso el arte realiza un efecto transformador, hace que las personas se rían y se sientan bien con la visita de una brigada de artistas, y el arte rejuvenece, el arte hace que nunca se pierda la confianza, que nunca se sienta la soledad, eso es muy importante.”
Son artesanos de emociones, los materiales utilizados son reciclados: dedicación, apoyo, comprensión, humildad… Para ellos es su primera experiencia de este tipo y en sus palabras se percibe la satisfacción por el cumplimiento con el deber de cubanos, esos minutos transformaron los rostros abrumados por las pérdidas en cálidas miradas. El escenario ha sido modificado por el contexto que viven los espectadores, pero no dejan de ser un público de lujo. Ha trascendido lo humano, el trabajo en equipo y los buenos recuerdos.
El poblado ―con aplausos, saludos y frases cordiales―, agradece a cada integrante de las brigadas su presencia. Como expresara Abel Prieto, ministro de Cultura: “en estos momentos el arte es una necesidad esencial para el hombre; el humor, la magia y el teatro son portadores espirituales que causan un efecto maravilloso en aquellas personas que los reciben”. Más de 363 artistas han visitado a los ocho municipios afectados de Pinar del Río, reforzando con arte lo que los vientos no pudieron arrastrar: la hospitalidad, la cercanía, las sonrisas de los niños, la ternura de los abuelos, la alegría, recordando en cada acto la verdadera fuerza y belleza de nuestro pueblo.
Iris, la promotora cultural tan necesaria en cada comunidad, nos recuerda casi en la despedida: “Es un gesto muy solidario que vengan a compartir con nosotros, porque eso ayuda a que todos se entretengan, pasen su tiempo distraídos y que vayan sacando sus problemas. Mientras los artistas están compartiendo con el pueblo, ellos se concentran en lo que están viendo y dejan atrás las penas. Sabemos que poco a poco se irán resolviendo las dificultades, pero desgraciadamente lleva tiempo. Veo muy bien que los artistas lleguen hasta nuestra comunidad, a la gente también le gusta compartir con ellos”.
Se ha roto la inercia de lo cotidiano, lo planificado, se ha creado una relación más profunda y comprometida. Las expectativas se han cumplido, solo resta continuar el camino andado.
