Maritza Padilla y Elena Milián - AN.- Aleida Guevara March, hija del Guerrillero Heroico, expresó en esta localidad de Pinar del Río que la práctica solidaria es la mejor forma de homenajear a su padre.

Ella fue portadora de un donativo de libros, juguetes y otros obsequios recopilados por pacientes, trabajadores y vecinos del hospital infantil William Soler, de Ciudad de La Habana.

Aleida lo entregó a niños del seminternado de la enseñanza primaria Pedro Hernández Camejo, de este territorio, uno de los más azotados por recientes huracanes.

Explicó que hoy es un día nostálgico, aunque encuentros como ese la reconfortan.

Tengo un recuerdo vago de mi padre -dijo- pues era muy pequeña cuando marchó a Bolivia en 1967 frente a una guerrilla con el sueño imperecedero de hacer justicia, mientras hoy es catalogado un hombre de estatura universal.

La entrega contenía misivas de aliento de los pacientes del centro asistencial para los infantes de Los Palacios, muchos de los cuales perdieron sus hogares abatidos por los meteoros Ike y Gustav, en un lapso de 10 días, cuyos vórtices en ambos casos devastaron la zona hasta luego salir al mar.

Para los niños cubanos, la figura de Ernesto Che Guevara es todo un símbolo, y precisamente cada ocho de octubre en las decenas de miles de escuelas, desde las montanas al llano, los pioneros anudan sus pañoletas al cuello y ratifican el lema: "Pioneros por el Comunismo. Seremos como el Che".

Posteriormente, Aleida sostuvo un intercambio con los colaboradores venezolanos de la misión Ribas, inmersos en labores de reconstrucción de planteles educacionales en esa municipalidad del centro sur pinareño.

En encuentros con la prensa local, los cooperantes expresaron profunda admiración y respeto por las ideas del legendario Comandante, y consideraron como una enseñanza guevariana la contribución a resarcir las consecuencias del desastre natural ocurrido en Cuba.