Pérez Roque estuvo por tercera vez de manera oficial en este país, dentro del contexto de un notable avance y esfuerzos comunes por redoblar y ampliar los vínculos ruso-cubanos en disímiles esferas.

Poco antes de abandonar Moscú rumbo a La Habana, expresó satisfacción por haber traído un mensaje de amistad, gratitud y respeto de los cubanos al pueblo ruso.

Me siento particularmente satisfecho -subrayó- por la excelente acogida, he encontrado una temperatura fría, pero un cariño y la amistad de los rusos tan cálidos como el Caribe.

Dijo que cumplió un programa de muy alto nivel, incluidos los encuentros con el presidente Dmitri Medvédev y el primer ministro Vladimir Putin, y reuniones en ambas cámaras del Parlamento y con líderes de diversas fracciones políticas.

Las conversaciones con el canciller Serguei Lavrov corroboraron el interés mutuo de desarrollar las relaciones entre Rusia y Cuba de forma previsible y permanente, basadas en una amplitud de coincidencias en temas cruciales de la agenda internacional, indicó.

Pérez Roque y Lavrov rubricaron ayer, al concluir las negociaciones oficiales, una declaración conjunta y el plan de consultas políticas intercancillerías para 2009.

El ministro cubano agregó que existen potencialidades sin explorar en el campo de las relaciones económicas y comerciales entre ambos países y las partes buscan las vías para incrementar la cooperación en esas ramas.

Subrayó que durante el encuentro con Putin éste fue enfático en el interés del gobierno ruso de impulsar las relaciones con Cuba, en particular la colaboración económica, el comercio y las inversiones.

Pérez Roque agradeció a Rusia la solidaridad y ayuda humanitaria para enfrentar los estragos de los huracanes Gustav e Ike, que causaron colosales daños a Cuba, y por la posición rusa en la ONU a favor del levantamiento del bloqueo de Estados Unidos.