Osmany Barreiro Consuegra, director de la entidad, informó que sólo sobrevivió al embate la armada para la pesca de langosta, el mayor rubro exportable de la empresa.

Añadió que el peso de las agresiones fue a las cubiertas de la instalación, incluidos el almacén central y de insumos, la carpintería y el taller eléctrico.

También desaparecieron 100 metros de cerca perimetral, los que se reponen hoy.

El directivo de EPISUR en esa localidad, a unos 600 kilómetros al este de La Habana, destacó la protección de más de 60 toneladas de pescado ante el inminente ataque del fenómeno meteorológico.

Dijo que la otra parte del producto se distribuyó inmediatamente a la población.

Aseguró que dentro de un mes la industria procesadora de las especies de escama, camarón y langosta, comenzará a producir de nuevo, aunque no pueda llegar a toda su capacidad.

Según cálculos preliminares, las pérdidas ascienden a casi dos millones de dólares.

Todavía se contabilizan las mermas en las artes de pesca.

En la Empresa Pesquera Industrial del Sur laboran unos 400 trabajadores, de ellos más de mil residen en la zona litoral devastada.

No obstante, las autoridades estatales protegen las garantías laborales y salariales de estos damnificados.