El jurado, presidido por el escritor Humberto Arenal, destacó la sostenida calidad de la poética del laureado y añadió que en la toma de la decisión sobresalieron los valores de los textos narrativos y críticos de Marré, y en especial que sus versos aúnan cultura y sensibilidad, subjetividad y realidad cotidianas. El acta del jurado señaló también que Luis Marré, con un lenguaje de seductora maestría, elegante y equilibrado, supo conjugar la inspiración clásica con los aires renovadores de la vanguardia.
 
En otra voz muy respetada dentro de la poesía cubana recayó el Premio Nicolás Guillén: Lina de Feria, quien acumula una larga trayectoria de reconocimientos dentro y fuera de Cuba y numerosos poemarios publicados, obtuvo este nuevo lauro con su cuaderno Ante la pérdida del safari a la jungla al decir del jurado, presidido por el Premio Nacional de Literatura César López, por los valores poéticos y la equilibrada integración del signo en cada uno de los textos.

El narrador Jorge Ángel Pérez obtuvo el Premio Alejo Carpentier de Cuento por su libro En La Habana no son tan elegantes. El jurado de este certamen, liderado por Aida Bahr destacó la calidad del libro escogido y apuntó que se nos presenta como un libro de relatos y cierra como una puesta en escena. Este volumen se había iniciado ya con muy buen pie, pues uno de los cuentos de este libro, “En una estrofa de agua”, obtuvo en el 2006 el Premio Iberoamericano de Cuento Julio Cortázar.

En la categoría de ensayo el dramaturgo Abel González Melo obtuvo el premio por Festín de los patíbulos (poéticas teatrales y tensión social), pues el jurado lo catalogó como una arriesgada y lúcida exploración del hecho teatral. De esta manera este galardón recae por primera vez en un volumen íntegramente dedicado al análisis del teatro en Cuba. Todos estos reconocimientos se entregarán oficialmente en febrero de 2009 en las jornadas de la venidera 18 Feria Internacional del Libro de La Habana. Creatividad, talento, consagración al oficio y aportes a la cultura cubana, son algunas de las constantes que distinguen a estos premiados. La relevancia de estos lauros contribuye a mantener vivo el espíritu de la literatura en Cuba.

Este año se inicia con nuevas sobre el Premio Literario Casa de las Américas, que traslada su tradicional celebración de la segunda quincena de enero a la primera de febrero para acercarse así a la 18 Feria Internacional del Libro de La Habana la cual estará dedicada a los 50 años de esta institución. En esta ocasión —además de los tradicionales apartados de novela, literatura testimonial, literatura para niños y jóvenes y literatura brasileña en los que habitualmente se concursa— la Casa estrena el Premio Extraordinario Latinos en EE.UU., que abrirá paso a un nuevo programa de estudios del mismo nombre dirigido por el profesor e investigador cubano Antonio Aja. Aunque aún no se conoce la cifra exacta de obras participantes este año en el Premio Literario, Jorge Fornet, director del Centro de Estudios de Investigaciones Literarias de la Casa afirmó que ha habido una “avalancha de manuscritos” que da fe de la buena salud del certamen. Con tantos concursos y reconocimientos por estos días y una Feria del Libro que ya se acerca, la literatura en Cuba sigue siendo noticia.