El fenómeno económico global incide en los productos normados que reciben los cubanos, aunque no se sienta al momento de adquirirlos en la bodega

Iliana Hautrive - Trabajadores.- Puede parecer una paradoja, pero no lo es. Se hizo una reducción de más de 2 mil millones de pesos del plan inicial para el año 2009 en el Comercio Interior, y sin embargo significa un crecimiento del 11,3% respecto al año anterior, con una protección a la canasta familiar alimenticia, sin incremento de precios, no obstante el alza en el valor de los renglones importados del mercado internacional.


“No se prevén afectaciones”, ratificó Odalis Escandell García, directora de economía y planificación del Ministerio del Comercio Interior, al señalar que el país tiene garantía de esos productos, y es priorizado el llamado comercio tradicional, en el que se incluyen los alimentos entregados por la vía normada.

De todas formas, esta distribución no escapa a los efectos de la crisis económica, que en el mundo a elevado los precios de los alimentos para los consumidores.

Cuba gastó para la canasta familiar en el 2008 unos 900 millones de pesos convertibles, cifra superior a la etapa precedente, y cuyo monto sobrepasó la media histórica. Y para el 2010 la erogación está en el mismo entorno, según precisó la directiva.

Aunque tal impacto es imperceptible cuando cada cubano acude a la bodega el primer día de mes y encuentra su cuota, imposible es ser absoluto si se trata de una situación tan seria como la crisis global.

“Es el caso, por ejemplo, de los ciclos de distribución, que pueden alterarse en los momentos de entrega dentro del mes. Por ello dicho tema es chequeado semanalmente en todos los territorios, a los efectos de mantener estable la situación”, añadió Odalis.

Más allá de la cuota normada

Hay conceptos claves en el comercio cubano, como es la cobertura necesaria para mantener las ofertas a la población. Siempre están presentes elementos insoslayables como las grandes distancias entre los proveedores y la Isla, los efectos del bloqueo norteamericano, los millonarios gastos de transportación, el asunto de los fletes…

Odalis abordó el tema de la ropa reciclada, producto líder del mercado industrial. “Fue necesario reducir esas importaciones. Sin embargo, no se afectan los niveles de circulación mercantil para el año, teniendo en cuenta que contamos con inventarios suficientes para paliar dicha situación”.

Según estadísticas oficiales, el plan de circulación mercantil al cierre de julio tuvo un comportamiento favorable, con un crecimiento del 15% respecto a igual período del año anterior. En la estructura del actual plan el 62% corresponde a la gastronomía, y para el

2010 está previsto otro 12% de incremento, lo que implica más servicios a la población.

Mantener los niveles de circulación mercantil implica restringir otros gastos, y los más impactados son los que se asocian a la logística y la recuperación del sector. “Eso se traduce en que es preciso trabajar intensamente, sin pensar en un crecimiento extensivo de la red comercial, y lograr una estabilidad en el mantenimiento de las unidades que ya fueron recuperadas”, aseveró.

Sin magia, pero con mucho tino, el comercio cubano sortea los efectos de una crisis económica internacional, que tiene su mejor antídoto en potenciar las reservas de eficiencia, con más ahorro, calidad y menos gastos.
Cuba
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