Lorenzo Gonzalo - Radio Miami.- Durante cincuenta años Cuba ha tenido que diseñar ciertas políticas como respuesta a las agresiones de Washington.

Como resultado, muchas de esas políticas, a mediano o largo plazo, han marchado a contrapelo de las necesidades internas del país.


Concientes o no de los resultados sociales o económicos que esas acciones podían representar en esos lapsos de tiempo, su implementación continuada, se convirtió en un estilo. Frente a las agresiones se tomaban medidas radicales. El fin era siempre no dejar resquicios por donde el enemigo pudiese penetrar. Algo así como un mecanismo de defensa frente al Norte agresor.

En política no hay respuestas escritas y siempre son producto de la improvisación, sobre todo cuando requieren ser instrumentadas con carácter urgente y más aún si es para defenderse ante un enemigo poderoso, como se trata del caso de Cuba frente a Estados Unidos.

Durante cincuenta años Cuba ha prevalecido ante las políticas agresivas de Estados Unidos. Aunque el fin no justifica los medios, científicamente está probado que si los medios no son adecuados no se alcanzan los resultados que se buscan. Por consiguiente pudiéramos inferir que las medidas adoptadas por Cuba para defenderse de las agresiones estadounidenses han sido correctas. De no haberlas implementado, quizás el proceso de organizar un nuevo estado hubiera colapsado. Sin embargo tampoco sabemos qué hubiera sucedido aplicando otras o suspendiendo algunas de las regulaciones, con anterioridad al tiempo que se mantuvieron en vigor.

También es cierto que las vías para llegar a iguales resultados muchas veces son diversas, aunque alguna de ellas suelen siempre brinda mayor eficiencia que otras.

Cualquiera que sea la plena idoneidad que hayan tenido las políticas asumidas por el gobierno cubano durante cincuenta años de agresiones continuadas, que aún se mantienen bajo una gama diversa de disfraces, también es cierto que las circunstancias han cambiado y el péndulo de la realidad política internacional y también la interna para la mayoría de los países, ha ido de un extremo a otro.

Este movimiento pendular es patrimonio tanto de las derechas, como también lo ha sido al interior de las izquierdas. El mundo monopolar de los primeros años del derrumbe del Bloque Soviético, está dando señas de multipolaridad y al interior de los movimientos políticos e ideológicos, la esencia del debate ha estado adquiriendo características plurales. El debate se ha ampliado no sólo entre tendencias opuestas, sino también entre iguales. Derechas e izquierdas se enfrascan, cada día con mayor profundidad, en la búsqueda de nuevas definiciones, reformas del pensamiento y valoración de acciones.

De las medidas internas generales que el gobierno cubano viene realizando a la luz de las nuevas circunstancias es poco lo que podemos sugerir quienes vivimos en otras latitudes y circunstancias. Sólo breves enfoques y algunas revaloraciones teóricas o conceptuales, de proyección universal, son válidas y existe una obligación moral de expresarlas, por quienes estamos interesados en buscar avenidas eficientes y seguras, para un cambio radical de Estado.

Sin embargo para los cubanos que hemos emigrado y que a lo largo de estos treinta años hemos sostenido estrechas relaciones con el gobierno de Cuba desde el primer encuentro de emigrados en 1978, las opiniones a expresar no sólo deben ser más abiertas y públicas, sino que tienen una indiscutida legitimidad y bases muy bien fundamentadas.

Desde que se ahondaron las relaciones entre la emigración y el país, los emigrados han ido adquiriendo mayores facilidades para visitarlo, que de algún modo están más en consonancia con el derecho que otorga la nacionalidad éticamente ejercida. Como parte de estas ligeras ventajas y el natural acercamiento con el país que ese proceso determina, grandes sectores de la emigración han ido adquiriendo una profunda identificación con las dificultades internacionales que el país confronta, así como también han mostrado interés y preocupación por muchos de sus problemas internos. Un amplio proceso de identificación de esos sectores con la esencia nacional, los ha colocado cada vez más dentro de la legítima definición de las prácticas migratorias, cuyos orígenes se remontan a los orígenes mismos de la humanidad.

Causas como la injusta condena impuesta a cinco agentes cubanos sancionados como espías en Estados Unidos y una repulsa cada vez más generalizada y razonada hacia el Bloqueo de cincuenta años impuesto a Cuba por éste país, están siendo asumidas por sectores cada vez más mayoritarios de esa población emigrada.

Como consecuencias de este proceso de relaciones y transformaciones, las personas de origen cubano que viven en estas latitudes, reclaman a estas alturas con mayor ahínco, la consideración de su nacionalidad con todas las prerrogativas que ellas determinan.

Cuba
Canal Caribe - Foto: 5 de septiembre / Archivo.- Este domingo, autoridades del Partido y el Gobierno de la capital de Cuba convocaron a la realización de un Trabajo Voluntario, con el propósito de promover el saneamiento de las avenidas...
Marta Jiménez Sánchez - trabajadores.cu.- NOOOO. La Resolución 71 de 2021, establece un reglamento que abarca las especificidades del teletrabajo y el trabajo a distancia....
Lo último
Isabel Rubio, razones para la libertad
Marilys Suárez Moreno - Revista Mujeres.- Dicen que fue una mujer de armas tomar y su historia de vida no deja dudas sobre la también llamada Capitana de Vuelta Abajo. Ferviente seguidora de los planes insurreccionales de José Ma...
Ver / Leer más
La Columna
La Revista