El actual proceso electoral vive otro de los momentos donde pueden constatarse la legalidad, la transparencia y el carácter participativo y universal del sistema cubano

Agnerys Rodríguez Gavilán -Juventud Rebelde.- El actual proceso electoral vive otro de los momentos donde pueden constatarse la legalidad, la transparencia y el carácter participativo y universal del sistema cubano.

Las fotos y biografías de los candidatos a delegadas y delegados a las asambleas municipales del Poder Popular están expuestas desde el domingo último y hasta el 25 de abril en los sitios públicos de mayor concurrencia en todas las circunscripciones por las que fueron nominados por sus electores.

El acto de publicar información sobre la trayectoria humana, moral, profesional y revolucionaria de los hombres y mujeres, jóvenes y adultos, que el pueblo consideró por mayoría de votos con méritos, capacidad y disposición suficientes para representarlos en los órganos locales del Poder Popular, es uno de los principios éticos generales que rigen a las contiendas electorales en la Isla.

Significa, entre otras cosas, apego total a lo establecido por la Constitución de la República de Cuba, la Ley Electoral y demás documentos rectores del actual proceso, pero sobre todo cumplimiento cabal de ese inviolable principio de asegurarles las mismas oportunidades a todos los candidatos, en razón de que todos deben recibir igual tratamiento y consideración ante las autoridades electorales, los electores, organismos e instituciones estatales, medios de difusión masiva y la población en general.

De manera que la publicación de sus fotos y biografías, con suficiente antelación al día de las elecciones, resulta también una demostración de que a nuestro proceso le es ajeno todo tipo de campaña o propaganda electoral de carácter individualista, o la realización de acción alguna encaminada a inclinar la decisión de los electores a favor o en contra de algún candidato.

Lo que defendemos es que todos los electores cumplan con el deber constitucional y patriótico de acudir a los sitios donde están expuestas las fotos y las biografías, para que lean y conozcan de la trayectoria y los méritos de los candidatos.

Si bien estuvieron en el momento en que un compatriota hizo la propuesta ante la masa de electores durante la asamblea de nominación de su área o, incluso, usted mismo fue quien presentó al candidato, las biografías que ahora están a la vista de todos dan cuenta de las cualidades y capacidades que allí se expusieron y de otros valores que les permitirán formarse un criterio más acabado para decidir por quién votará el domingo 25 de abril, de manera voluntaria, secreta y directa.

Valioso también es este instante para aquellos que por imponderables no asistieron a su reunión de vecinos, y de oídos les llegó información sobre el candidato elegido. Todos tenemos la obligación de conocer quiénes podrían ser nuestros delegados y delegadas.

Nada cuesta detenerse unos minutos para conocer mejor a los candidatos, gente de pueblo que aceptó la gran responsabilidad de representar a su comunidad por medio de la consagración y la humildad.