Guillermo Nova - Corresponsal de Cubainformación en La Habana.- El papel de la agricultura en la independencia política y el desarrollo económico es un debate central tanto en Cuba como a escala internacional, por eso aprovechamos un breve receso del VIII Congreso de Agricultura Orgánica y Sostenible desarrollado en La Habana para conocer las impresiones del ingeniero peruano Gabriel Mejía Duclós, coordinador del Programa Rurandes para el desarrollo rural andino.
¿La agricultura orgánica es viable económicamente?
Por supuesto que sí, el problema es que ha habido un tabú sobre el tema, se decía que en la agricultura orgánica los rendimientos son menores o que los productos no son de buena calidad para el mercado, pero en nuestros países latinoamericanos hemos podido percibir que la agricultura orgánica permite tener altos rendimientos con una eficiencia mucho mayor que además capitaliza la propiedad de la familia campesina y que por supuesto los productos no solamente son de mayor volumen y de mayor calidad sino que son mas nutritivos.
¿Los productos transgénicos son un peligro para la salud de los humanos y para la misma agricultura?
Yo soy del Perú y en los países andinos tenemos una de las mayores agrodiversidades, que en esencia significa el mayor banco de germoplasma para la humanidad y al ingresar los transgénicos se comienza a vulnerar esa diversidad porque comienzan a contaminarse y esta contaminación de los transgénicos el único objetivo que tienen es anclarnos a las grandes transnacionales para que puedan vendernos sus paquetes tecnológicos y eso atenta contra la soberanía y la seguridad alimentaria de los pueblos.
¿De qué manera se puede hacer una agricultura más participativa para los campesinos?
Desde la experiencia peruana consideramos que el Sistema de Garantía permite que miles de familias campesinas no solo puedan producir mejor sino que al acreditar y garantizar que sus productos son orgánicos permite el establecimiento de una garantía que estructura núcleos locales de productores por comunidades, de tal manera se fortalece la organización de los campesinos en base a una causa común que es darle el certificado a un producto orgánico, porque la prioridad no es producir para exportar sino para garantizar la alimentación interna de los pueblos y de las familias campesinas.
