Felipa Suárez Ramos - Cuba Trabajadores.- Entre el fragor de los combates en la Sierra Maestra concibió Celia Sánchez la idea de preservar para la posteridad la documentación relacionada con el irrenunciable empeño de poner fin al régimen tiránico instaurado en Cuba en marzo de 1952. Con una mochila como archivo para los documentos recopilados y frecuentes emisiones de estos a compañeros en Manzanillo para su custodia, inició la heroína la delicada misión que se impuso a sí misma.

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Tras el triunfo, intensificó la búsqueda y recuperación de cuanto intercambio escrito generó entre sus protagonistas la contienda y de las fotografías tomadas en ella, con la clara certeza de cuánto representaban para la historia patria.

Su esfuerzo rindió los primeros frutos cuando el 4 de mayo de 1964 fundó la Oficina de Asuntos Históricos del Consejo de Estado (OAHCE), institución que, al decir de María Muguercia Delabat, quien labora en ella desde hace 38 años, es “la niña bonita de Celia; la hija que engendró, parió y crió”.

Adiestramiento del personal

Han transcurrido 30 años de su desaparición física y la presencia de Celia se siente en este centro. Apremiada por comenzar el trabajo, que sabía impostergable y arduo, no dudó en apoyarse en compañeras carentes de la formación técnica requerida para esa labor, pero dotadas de valores y conocimientos adquiridos en el transcurso de la lucha contra la tiranía batistiana.

Mientras tanto, envió compañeros al exterior en busca de información que posibilitara contar con los medios más novedosos para la ejecución del objetivo fundamental de la entidad: conservar, preservar y procesar la documentación de la Revolución desde 1952 hasta el 8 de enero de 1959.

Simultáneamente decidió la preparación de un grupo de muchachas que en breve plazo pudieran sumarse a ese quehacer, siete de las cuales aún permanecen en la oficina y en todas persisten las cualidades que la desaparecida jefa les inculcó en cuanto a fidelidad a la Revolución, honestidad, humildad y amor al trabajo, entre otros muchos valores.

De lo anterior ofrecen testimonios Noemí Valera, María Muguercia, Nelsy Babiel, Edimirta Ortega, Balbina Peña, Aida Moreno y Asunción Pelletier, quienes acumulan entre 35 y 42 años de trabajo en la institución.

Afirman que Celia les insistió mucho en la superación, de modo que todas cursaron estudios que les han permitido cumplir con sus tareas.

Ese legado es el que tanto ellas como el resto de los trabajadores se esmeran en transmitir a quienes se han ido incorporando, en especial a los jóvenes que, en un total de 11, lo hicieron el pasado año para cumplir el servicio social y el período de adiestramiento.

Estos últimos consideran un privilegio hacerlo en “un lugar donde se atesora tanta historia, la cual no solo pueden contribuir a preservar, sino también a escribir”, indica Boris Martín. Idéntico parecer expresa Sissi Abay, quien agradece “las atenciones recibidas desde el momento inicial, de gran importancia para el proceso de adaptación y familiarización con el colectivo y las facilidades que se nos brindan para ejecutar nuestro trabajo, y hacerlo bien”.

Socializar el tesoro

Para poner al servicio de la población interesada los más de 40 mil documentos y de 20 mil fotografías existentes en este sitio, “se trabaja actualmente en el procesamiento y digitalización con vistas a ponernos en condiciones de satisfacer las demandas de cualquier usuario, siempre que los documentos solicitados sean de libre acceso y estén procesados”, explica Mariuska Hernández, coordinadora de esa área.

De derecha a izquierda, Eugenio Suárez y Jorge Luis Aneiros, director y subdirector, respectivamente
“Dirigimos nuestro accionar a cumplir las mismas exigencias del Archivo Nacional y de cualquier archivo del mundo —puntualiza Eugenio Suárez Pérez, director de la OAHCE—. “Hoy prestamos servicios a la televisión, a periodistas, investigadores de diversos centros y a cualquier ciudadano que lo solicite, siempre y cuando el documento requerido esté listo para ser socializado”, precisa.

Igualmente la información allí atesorada se comparte con la publicación de los resultados de las investigaciones terminadas, muchas de ellas ya publicadas.

A estas se sumarán, en la medida en que el presupuesto lo permita, otros libros, entre ellos uno sobre la poesía y la pintura de Frank País; una cronología de los hechos acontecidos en el territorio del Primer Frente José Martí, preparada a partir de los diarios de guerra de los comandantes Raúl Castro y Ernesto Guevara así como de otros combatientes. También está preparado un volumen sobre la posición de Fidel ante los desastres naturales y el cambio climático.

También verán la luz los cuatro tomos de una colección acerca de la lucha clandestina en las ciudades; una iconografía de Celia, y el libro El Moncada, la respuesta necesaria, frutos del quehacer de investigadores y especialistas de esta dependencia.

La OAHCE cuenta con dos áreas de investigaciones: una para las de carácter propiamente histórico y otra para el trabajo científico-técnico de archivo. Otras áreas se ocupan de la conservación y restauración de los fondos, para lo cual dispone de un laboratorio bastante bien dotado, y de los servicios informáticos, explicó Jorge Luis Aneiros, el subdirector.

“(…) la historia, más que una minuciosa y pormenorizada crónica de la vida de un pueblo, es base y sostén para la elevación de sus valores morales y culturales; para el desarrollo de su ideología y su conciencia, es instrumento y vehículo de la Revolución”, indicó Fidel en carta al colectivo, el 4 de mayo de 1984, con motivo del aniversario 20 de la OAHCE. Y los instó a “(…) trabajar en la misma forma abnegada, modesta, leal, disciplinada y eficiente” que caracterizó todo el quehacer de Celia.

Esa es la senda seguida por ellos, razón por la cual al referirse al reconocimiento recibido, Sissi Abay, joven secretaria de la sección sindical, afirma que “no resultó una sorpresa, porque contamos con un destacado equipo de especialistas y técnicos, y de trabajadores de servicios, entre ellos, de mantenimiento, de limpieza, choferes, de economía y de recursos humanos, dispuestos a cumplir cualquier tarea”.