Este año se han instalado 18 sismómetros, equipos de alta sensibilidad que registran señales con un mayor rango de frecuencia, permiten realizar novedosas investigaciones de la estructura interna de la tierra y detectan eventos sísmicos hasta ahora imperceptibles.
El doctor Bladimir Moreno, director del Centro Nacional de Investigaciones Sismológicas, declaró que este proceso dota a Cuba de mejores condiciones para analizar los movimientos telúricos y obtener información más ágil y precisa sobre las principales fallas sismogeneradoras de la nación.
La modernización, que concluirá a finales del 2010, mejora la calidad y amplía la información sobre estos fenómenos geológicos, cuya repentina ocurrencia obliga a disponer de los recursos necesarios para conocer los detalles de la corteza terrestre y determinar con prontitud la magnitud, intensidad, profundidad y epicentro de los temblores de tierra.
En breve Cuba colocará todo su caudal de información sísmica en internet, y se sumará a las 150 estaciones e institutos que a nivel internacional brindan on line detalles del movimiento de las capas tectónicas de sus respectivos territorios.
Al margen de las acciones para ganar en inmediatez y agilizar el procesamiento de los parámetros, se han instalado en la región oriental seis acelerómetros, que miden las aceleraciones del terreno provocadas por grandes terremotos.
Cuba dispone de ocho estaciones asistidas y dos automáticas; todas computarizadas y con comunicación radiofónica y satelital. Las mismas están ubicadas en Manicaragua, Cascorro, Las Mercedes, Río Carpintero, Maisí, Moa, Soroa y Holguín.