Los que aguardaban impacientes por decisiones claves para actualizar nuestro modelo económico socialista tendrán ahora la oportunidad de sumar sus criterios, de razonar y debatir, de asentir o no, en el amplio proceso de discusión que sobre el Proyecto de Lineamientos de la Política Económica y Social será abierto.
Jorge Luis Canela Ciurana - Trabajadores.cu.- Parodiando al notable novelista Gabriel García Márquez, podríamos calificar la reciente convocatoria al VI Congreso de nuestro Partido para abril del 2011 como la “alegría de una sorpresa anunciada”.Los que aguardaban impacientes por decisiones claves para actualizar nuestro modelo económico socialista tendrán ahora la oportunidad de sumar sus criterios, de razonar y debatir, de asentir o no, en el amplio proceso de discusión que sobre el Proyecto de Lineamientos de la Política Económica y Social será abierto en todos los ámbitos de la sociedad, como paso previo a su análisis en el Congreso.
No será esta una formalidad burocrática, sino la continuidad de un sabio y acertado método democrático que se ha hecho tradición en el quehacer de la Revolución y es uno de los pilares de su fortaleza.
Tampoco se trata de un círculo de estudios destinado a ampliar nuestros conocimientos sobre economía y a esclarecer conceptos, aunque estos dos aspectos sean una beneficiosa consecuencia del abarcador debate social.
Será un activo, real y efectivo ejercicio de participación popular —como ha dicho el compañero Raúl Castro— en “la adopción de las decisiones fundamentales de la Revolución”, ya que serán recogidas y tenidas en cuenta las opiniones no solo de los militantes del Partido, sino también de los trabajadores y del resto de la población.
Dos ejemplos muy recientes puedo citar acerca de la seriedad con que la dirección de la Revolución asume los criterios expuestos por los trabajadores en este tipo de consulta.
Durante la discusión masiva del discurso de Raúl en la clausura del V período ordinario de sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular, algunas trabajadoras que tienen hijos en círculo infantil expusieron su preocupación de que si pasaran del trabajo estatal a una ocupación por cuenta propia, perderían ese beneficio. El planteamiento fue recogido, estudiado, y la solución será instrumentada por las instituciones correspondientes.
En igual sentido fue tomada en cuenta la preocupación de que en la instrumentación de las medidas para eliminar las plantillas infladas muchos jóvenes recién graduados de carreras universitarias y como técnicos medios que hoy se encuentren en período de adiestramiento, precisamente por no haber completado todavía su formación profesional, pudieran ser declarados no idóneos y quedar disponibles.
Analizado el planteamiento quedó recogido en la Resolución No. 35/2010 del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, en su artículo 4, que los trabajadores durante el cumplimiento del servicio social o el período de adiestramiento laboral no son sujetos del proceso de disponibilidad.
Estas realidades, sin embargo, son ignoradas por algunos aquejados de cierto tipo de ceguera política.
Instituciones y gobiernos europeos que pretenden condicionar sus vínculos con Cuba a lo que denominan “reformas y pasos hacia la democracia” —demagógica posición con la que sirven de caja de resonancia a la obstinada política estadounidense encaminada a aislar y ahogar a la Revolución—, bien podrían venir a Cuba para tomar lecciones de lo que es un verdadero gobierno del pueblo.
El clásico patrón capitalista de consultar a los ciudadanos mediante la fórmula de referendos no permite conocer de viva voz toda la riqueza de matices que se revelan cuando millones de ciudadanos contraponen libremente lo que cada uno piensa en un acto que propicia el consenso, base de la unidad de nuestra nación, dentro de la natural diversidad de cualquier sociedad.
Los lineamientos que regirán la política económica y social del país abarcan todo el universo de sectores laborales y corresponderá a los trabajadores potenciar sus reservas de voluntad e inteligencia para llevarlos adelante con eficiencia y máximo ahorro de recursos.
Estamos ahora apenas en el punto de arrancada del Congreso, iniciado ya con la publicación de los Lineamientos y los seminarios de preparación de quienes conducirán la discusión del documento.
Nos queda por delante una carrera de largo aliento en que la urgencia a la que estamos obligados no deberá afectar la seguridad de cada paso de nuestro avance.
Tenemos clara la estrategia. Nos resta traducirla en acciones concretas mediante los métodos y acciones más eficaces, sin desmayar ni un minuto en la constancia de nuestro empeño.
