Sin embargo, Cuba no es sólo La Habana Vieja ni los coches norteamericanos de hace 50 años, ya que esto representa simplemente una pequeña parte de su historia y existente realidad actual. Cuba es mucho más, representada en 50 años de Revolución y haciendo realidad un cambio inimaginable a los ojos de aquellos que sufrieron un antes de 1959.
CUBA
Es la madre que nos dejó nacer en sus brazos, dándonos el calor de su seno tropical y alimentándonos de la savia de su historia, entrelazada de hispanidades y africanas leyendas, entre la lucha emancipadora y la madurez de la autodeterminación futura.
Ella nos brindó sus curvilíneas calles para los juegos, su acariciante brisa costera, el susurro de cada canto de pájaro y el declamar de su naturaleza.
CUBA
Es la novia que nos dio el primer beso cuando ya trovábamos entre el estudio y la labor del campo, la que nos hizo dar nuestros primeros pasillos de bailes, desde la salsa de los Van Van con “Pastorita” hasta con la disco de los Boney M.
Es la novia que nos concentró con la juventud toda en sus alegres y patrióticas manifestaciones.
CUBA
Es la esposa que nos dio nuestros hijos e hijas, compartió su trabajo con el nuestro, escuchó nuestros problemas y puso su empeño por hacer cada momento más romántico y con el optimismo puesto en la alegría del nuevo día.
CUBA
Es la compañera que marcha a nuestro lado, sin importar dónde estemos. Es la que dialoga con la bandera de la solidaridad en la punta de sus palmas, estrecha la mano con firmeza y abraza con la sinceridad en sus palabras.
Es la compañera con la cual dialogamos de ideología, economía política, estrategia laboral, compañerismo, emulación socialista, ayuda incondicional.
Es con la que bailamos en los cumpleaños colectivos, analizamos en las reuniones de vecinos, criticamos lo injusto y lo incorrecto en los diferentes y apropiados escenarios sociales, la que alaba a quienes merecen reconocimiento por la gran labor que realizan y encarna el principio más preciado de su esencia: la Unidad.
CUBA
Es la madre, la novia, la esposa y/o la compañera que pide a todos nosotros que la cuidemos de quienes intentan denigrarla con falacias; que la defendamos de quienes intentan agredirle con invasiones militares, por la aplicación de leyes injustas e ilegalmente extraterritoriales o con oportunistas acciones de villanía.
Como calificó nuestro apóstol José Martí, nosotros los “cubanos buenos” tenemos que ponernos en fila para no permitir que ni cubanos indignos ni extranjeros mancillen a nuestra tierra.