Leticia Martínez Hernández - Granma.- trascendencia de Cuito Cuanavale, la histórica batalla que cambió el curso de la historia, fue motivo de un sensible encuentro entre veteranos de guerra y jóvenes de todo el mundo que asisten al XVII Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes que sesiona en esta ciudad.

En una sala del Centro de Eventos de Tshwane, en Pretoria, colmada de muchachos que se reunieron para escuchar sobre la victoria que significó el comienzo del fin del apartheid, sucedió la cita donde se compartieron anécdotas, enseñanzas y heroicidades desprendidas de la confrontación librada hace 22 años.

El general de brigada Amel Escalante dijo a los jóvenes que Cuba se siente orgullosa de haber dado su mano desinteresada a Angola, de contribuir modestamente con su independencia, pues a pesar de ser un país pobre nunca ha titubeado en dar lo que tiene. El mérito, consideró, está en compartir la pobreza. Y recordó que los cubanos ayudaron también en Argelia, Siria, Guinea Bissau...

Escalante opinó que la estrategia de detener al enemigo en la región de Cuito Cuanavale fue una idea brillante concebida por el líder cubano, Fidel Castro, y el estadista angoleño, José Eduardo Dos Santos. Evocó Escalante, además, a los muchos jóvenes de Angola, Namibia y del Congreso Nacional Africano que derramaron su sangre generosa por la libertad del continente.

Fernando Mateus, general de las Fuerzas Armadas de Angola, quien tenía solo 15 años cuando participó en la batalla de Cuito, consideró que el apoyo de los cubanos fue determinante para soportar la agresión. "Hubiéramos sido derrotados, porque no teníamos capacidad combativa para resistir la invasión. En esos momentos Cuba dominaba mejor la técnica de combate. Sin ella no podríamos hablar de la victoria en Cuito Cuanavale".

Esta batalla representó un aplastante fracaso para los racistas y el gobierno de Estados Unidos, quienes se vieron obligados a sentarse a la mesa de negociaciones.