Contra viento y marea, contra todos los presagios, Cuba está de fiesta

Fidel Rendón Matienzo - www.radiocubana.cu.- Contra viento y marea, o contra todos los presagios, Cuba está de fiesta, pues su pueblo tiene sobradas razones para despedir un histórico 2010, celebrar el aniversario 52 del triunfo de la Revolución y comenzar el nuevo año cargado de optimismo y fe, dado a que son enormes los retos y compromisos que le esperan.

Por estos días, a nivel de centros de trabajo y de estudios; en parques, avenidas, plazas y otros tantos lugares de ciudades y campos, así como en cientos de miles de hogares, muchos cubanos y cubanas bailan, cantan y brindan por la Patria, por el bienestar, la salud y la felicidad de los seres queridos, de toda la sociedad y en especial del Comandante en Jefe Fidel Castro y el General de Ejército Raúl Castro.

La reaparición en la vida pública del líder de la Revolución, sus encuentros por separado con científicos, economistas, estudiantes, obreros, personalidades extranjeras, con combatientes y miles de habaneros, fue en el 2010 una estimulante inyección política y moral para el pueblo y la humanidad, a la que alertó de los peligros de una nueva guerra nuclear que el imperialismo yanqui e Israel desatarían por el Medio Oriente.

Además de este tema cuantos otros trató en sus Reflexiones, o en tales contactos, constituyeron prioridades, entre ellos, las batallas por el cese del criminal bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos contra Cuba, por el regreso a la Patria de sus cinco hijos luchadores antiterroristas prisioneros en cárceles norteamericanas, y contra el terrorismo.

Si bien la solidaridad internacional de pueblos, gobiernos, organizaciones obreras, estudiantiles y comunitarias, de personalidades y agrupaciones diversas se acrecentó y una vez más la Isla no estuvo sola, vale recordar cómo en medio de sus dificultades económicas la mayor de Las Antillas ha sido capaz de continuar ayudando a países como Haití, víctima primero de un devastador terremoto, y recientemente de una epidemia de cólera.

En 2010 la batalla económica, y en particular, la producción de alimentos fue la tarea más importante emprendida por los cubanos, además de continuar fomentando la sustitución de importaciones, el incremento de las exportaciones, el ahorro de portadores energéticos y de cuantos recursos fueran necesarios. Para el 2011 seguirán siendo también las principales prioridades.

Y en medio del bloqueo, del impacto de la crisis mundial, de los desequilibrios en el precio de alimentos y otros renglones básicos, de los desajustes en el cambio climático, la nación cerró el año con un discreto crecimiento del Producto Interno Bruto, resultado que podía haber sido mejor si hubiésemos trabajado con mayor organización, productividad, racionalidad, disciplina y previsión.

En sintonía con los cambios que emprende la Isla en busca de la eficiencia, y que a su vez deben poner fin o reducir fenómenos bien entronizados en la sociedad como el paternalismo del Estado, el exceso de plantillas infladas, altos subsidios, gratuidades indebidas y el igualitarismo, en 2010 se empezó a hablar con mayor fuerza y argumentos de la necesidad de actualizar el modelo económico cubano.

Para muchos compatriotas ello se circunscribió solo a la sensible y compleja decisión del reordenamiento laboral y salarial, acompañado del fomento del trabajo por cuenta propia y de la política tributaria o impositiva, todo lo cual en 2011 tendrá sus primeros resultados. Sin embargo, como bien pronto se comprobó, abarcaría otras tantas medidas en todas las esferas de la sociedad.

En sus campañas anticubanas varios medios de comunicación y voceros del imperio y de la Unión Europea pretendieron hacer creer que el pensamiento de Fidel no estaba ya en sintonía con la política emprendida por el presidente Raúl Castro, o viceversa, a sabiendas que la más mínima división haría un daño tremendo al país y a los gobiernos y fuerzas progresistas.

Como señalara Raúl Castro el primero de agosto último ante el Parlamento, “varias agencias de prensa y autotitulados "analistas" del tema Cuba, dedicaron durante los días previos y posteriores al acto por el 26 de julio innumerables noticias y artículos en los que, tergiversando nuestra realidad, anticipaban con estridencia el anuncio de supuestas reformas en nuestro sistema económico y social y la aplicación de recetas capitalistas para encauzar la economía; algunos incluso se atrevieron a describir la existencia de una lucha entre tendencias en la Dirección de la Revolución y todos coinciden en reclamarnos cambios más rápidos y más profundos en la línea de desmontar el socialismo”.

Sin embargo, bien lejos de la verdad una vez más estuvieron pues como sucedió, por ejemplo, en su encuentro con los universitarios, a raíz del quinto aniversario de su histórico discurso en el Aula Magna de la Universidad de La Habana, el Comandante en Jefe hizo un balance de las deficiencias que aún entorpecían el desarrollo del país y el mejoramiento de la calidad de vida de la población.

Incluso, como bien ha dicho Raúl, las ideas de Fidel están muy presentes en el Proyecto de Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución.

Este documento a debate popular desde principios de diciembre y hasta finales de febrero, con vistas a enriquecerlo con los criterios o aportes del pueblo, recoge en esencia los principios y objetivos de la actualización del modelo económico, y será aprobado en el VI Congreso del Partido en abril venidero.

Ese mes Cuba conmemorará medio siglo de su histórica gran derrota del imperialismo yanqui en América Latina, ocurrida en las arenas de Playa Girón, y a sus jóvenes dedicará tales celebraciones.

Como bien afirmó el Presidente cubano en su contundente discurso del 18 de diciembre último, “grandes han sido los retos y también los peligros desde el triunfo de la Revolución y de la proclamación de su carácter socialista y muy especialmente a partir de la victoria de Girón, mas ninguna dificultad ha podido doblegarnos. Estamos aquí y estaremos por la dignidad, la entereza, el valor, la firmeza ideológica y el espíritu de sacrificio y revolucionario del pueblo de Cuba, que hace mucho tiempo hizo suyo el concepto de que el socialismo es la única garantía para seguir siendo libres e independientes”.

Pretender resumir en unas cuartillas el extraordinario esfuerzo del pueblo y las autoridades cubanas en un año tan difícil y definitorio como el 2010, resultará siempre una tarea inconclusa, como también aspirar a vaticinar los desafíos que tendrán en el 2011, el primer año de la actualización del modelo de gestión económica.

Pero es preferible correr tales riesgos en aras de reconocer los principales logros o aciertos de esta Isla, siempre rebelde y hospitalaria para las naciones del Tercer Mundo, a pesar de que quienes intentan convertirse en gendarmes del planeta sigan aferrados a un criminal e injustificado bloqueo que dura ya más de medio siglo.

No se puede obviar del contexto cubano el impacto de esta criminal guerra económica, comercial y financiera, política que con la administración de Barack Obama sigue intacta, y ante la Asamblea General la ONU una vez más fue denunciada y exigida su eliminación por la inmensa mayoría de los Estados miembros.