Marilys Suárez Moreno – Mujeres.- Definiciones hay muchas. ¡Uhf, muchísimas, infinitas! Tantas que no alcanzarían los medios escritos, televisivos, radiales, digitales y hasta orales del planeta para plasmarlas. Y cada día aparecen más y más, según el saber y el sentir de quienes lo experimentan por primera y repetidas veces, porque se sabe enamorado (a) siempre.
Poetas, escritores, pintores, músicos y locos lo describen a su modo que, al igual que el resto de los mortales, les parece la “perfecta” y “única” forma de concretarlo, de hacerlo “nuestro”. Algunos y algunas hasta lo denigrar y convertido en canciones y boleros, lo culpan de fracasos, agravios, olvidos, odios y rencores, rompiendo copas por el o la que se fue.Flechados por Cupido, ignorados amantes surgen por doquier, irremediablemente “atrapados” por ese sentimiento que se cree vivido sólo por una o uno, por nosotros, por la pareja elegida, mas allá de géneros, edades, razas, credos e ideologías.
Dicen que sin amor es imposible la vida; se necesita tanto como el aire que respiramos y la sangre que corre por nuestras venas, según los poetas. Clamamos por él para que ilumine nuestras vidas de sol y querencias; para que sueños de amor y ventura desbrocen el camino de nuestros hijos y seres más queridos. Amamos la tierra donde nacimos, la madre que nos dio el ser, el padre tierno y cariñoso, la familia que tenemos, el amigo o la amiga sincera que nos da su mano franca.
Perseguimos con sentido de pertenencia, la profesión o el oficio elegido, las escuelas donde estudiamos o estudian nuestros retoños, el centro de trabajo que nos permite ganar el sustento y que llega a ser como una prolongación del hogar que nos cobija.
Amaron y aman hasta el delirio los que, abandonando hogar, brazos amantes, riquezas y placeres ofrendaron sus vidas por la libertad linda que hoy disfrutamos en la patria amada, y en otros lares del mundo donde la injusticia y la paz fueron holladas o viven todavía en perenne prueba.
Martí, el Héroe Nacional de Cuba, ese hombre grande que llevó con hidalguía el grillete de la opresión y las vicisitudes del destierro hasta ofrendar su vida por la Patria, dijo: “La capacidad de amar es el verdadero pergamino de nobleza de los hombres. Rey es el que ama mucho”.
Y de reyes y reinas y cuanto ser humano noble y digno pueble la tierra, tratando siempre de que haya una gota de rocío en la hoja verde, una mirada acariciadora en nuestros ojos, una palabra esclarecida, un beso húmedo, el amor abrirá sus alas y volará alto, muy alto, porque se ha enamorado de la vida.