Esta vez, lejos de las visiones que las televisoras nos muestran (algunas más alentadoras, pero todas para descarnar a cualquier ser humano), la artista de la plástica Bertha Dora Lemus ofrece similar recorrido, puramente intrínseco, y feliz.
La exposición, Amanece sobre Haití, auspiciada por la Embajada de la República de dicho país en Cuba, y exhibida en el museo biblioteca Servando Cabrera, fue inaugurada este martes 8 de marzo Día Internacional de la Mujer y permanecerá abierta al público durante todo el mes de marzo.
Un acierto en lo técnico y lo conceptual resulta la muestra de pintura naïve, en tanto recurre a las mujeres como figuras humanas centrales en sus composiciones, y las diversifica en un mundo tomado por una paleta de colores fuertes e irrepetibles.
De igual manera redundan las piezas en lo icónico y natural, típico de la religión del vudú. Cobran vida los animales, los vientos… y el paisaje parece desprenderse de los lienzos para tocar a los espectadores.
Ante algunas de las preguntas más urgentes alrededor de la expo, la creadora (nacida en santiago de Cuba en 1940) comentó: «Haití, debido a los sucesos tan terribles acontecidos allá, y a la colaboración tan grande que los cubanos les estamos brindado, solamente pensar en ese pueblo nos inspira y conmueve para realizar una obra de cualquier estilo o manifestación.
«Mi código es haitiano, soy muy seguidora de sus costumbres, aunque el universo que reflejo es propio. Y uno de mis temas constantes es la solidaridad entre las mujeres. Pero no las represento en solitario, sino en grupo; quienes quizás no se tocan, a pesar de estar conectadas entre sí.
«Cuando decidí hacer esta exposición, trasladé mi universo a sus realidades, y comencé a investigar sobre la cultura, las rutinas, los mitos… En un lugar como este no se puede soslayar nunca la religión, por eso llevé a cabo un acercamiento bastante profundo a sacerdotisas del vudú, personas que han vivido en Haití, leer sobre sus preceptos…»
Tres dioses fundamentales sustentan el total de los cuadros: Erzulie, la guardiana; Dambalá, la dualidad; y Mackandal, la rebeldía.
Según el Doctor Jean Maxius Bernard, antropólogo y agregado cultural de la Embajada de Haití en Cuba: «Además de la esperanza inherente de todo un pueblo que se expresa en las obras presentadas, resulta evidente el papel preponderante de la mujer, aparecida no solo como la diosa principal de la religión vudú, sino también como la jefa de la sociedad “matrifocal” que caracteriza a todo el Caribe».
