Prensa Latina.- Especialistas cubanos perfeccionan su trabajo para reducir las vulnerabilidades y lograr el monitoreo constante de la actividad sísmica, fenómeno que preocupa hoy a muchas partes del mundo. La cercanía de la mayor de las Antillas al sistema de fallas Bartlett-Caimán, límite de placas con una estructura tectónica muy dinámica y de fuerte actividad, pone la señal de alerta sobre los asentamientos poblacionales del este del país.

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En ese contexto, juega un papel fundamental el Centro Nacional de Investigaciones Sismológicas (CENAIS), con sede en la ciudad oriental de Santiago de Cuba y la experiencia alcanzada en casi 20 años de existencia.

Según el diario Juventud Rebelde, el pasado año una importante asimilación tecnológica puso al servicio sismológico cubano en condiciones de perfeccionar los sistemas de procesamiento de datos y análisis de señales.

Fruto de la colaboración con China y ubicado en las siete estaciones de banda ancha y en dos telemétricas o no asistidas, el equipamiento registra automáticamente un mayor número de terremotos débiles y fuertes.

La información se transmite en segundos y facilita la toma inmediata de decisiones para responder a un fenómeno imprevisible y, muchas veces, de nefastas consecuencias.

Garantizar la seguridad de las construcciones y reducir vulnerabilidades en este campo es una de las líneas en que con más fuerza se enfrascan ingenieros y otros profesionales de la institución.

Con los nuevos conocimientos se concluyeron estudios para actualizar el mapa de la Norma Cubana para la Construcción en Zonas Sísmicas, indispensable al desarrollo de obras de interés socioeconómico.

Igualmente se encaminan estudios integrales de vulnerabilidad y riesgo en varios municipios y provincias, que incluyen la afectación por otros fenómenos naturales y la posibilidad de extender esta práctica a toda la región oriental y al país.

Durante el último año el CENAIS incrementó la información a la población y la preparación de los organismos rectores, aspectos decisivos para enfrentar fenómenos naturales de impacto súbito como los sismos.