Francisco Rodríguez Cruz - Cuba Trabajadores.- Las numerosas medidas que recientemente anunció la prensa con el objetivo de perfeccionar el ejercicio del trabajo por cuenta propia luego de un semestre de iniciar su ampliación y flexibilización, son expresión muy favorable de una nueva manera de entender y asumir la gestión económica en el país.

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Una de las preocupaciones más reiteradas de la población y de no pocos especialistas en relación con procesos de cambio anteriores, fue sin dudas la rigidez con que casi siempre funcionaban las regulaciones y reglamentos, los cuales a veces envejecían muy rápidamente ante la dinámica de los acontecimientos, sin que existieran mecanismos expeditos para adecuarlos con agilidad.

El rápido crecimiento de la cantidad de trabajadores que optan por esta modalidad de empleo no estatal —cuyo total supera ya ampliamente las 300 mil personas— obliga a una dinámica diferente en materia de revisión y actualización constante de las normas jurídicas que la sustentan, y a eso responden con efectividad los citados acuerdos del Consejo de Ministros.

En particular llama la atención la cantidad, naturaleza y contenido de las modificaciones introducidas, las cuales superan la veintena y abarcan a todas las modalidades del trabajo por cuenta propia, los servicios de transporte particular y el arrendamiento de viviendas, habitaciones y espacios.

Un rasgo importante es la combinación tanto de medidas en el ámbito organizativo, que podemos clasificar de administrativas, como sus correspondientes adecuaciones en el ámbito de la política fiscal. La utilización intencionada de los tributos en función de estimular y favorecer la incorporación y permanencia de los trabajadores por cuenta propia es tal vez una de las características más llamativas de este paquete de ajustes.

Un ejemplo de este saludable correlato es la ampliación de la posibilidad de contratar personal para todas las actividades, junto con la exoneración durante este año del pago del impuesto por la utilización de fuerza de trabajo a quienes empleen entre una y cinco personas. Ello da mayor oportunidad para el reacomodo inmediato en este sector de fuerza laboral disponible, a la vez que ayudaría al despegue de estos pequeños negocios en su arrancada.

No es posible analizar aquí punto por punto cada novedad, pero resulta significativo la utilización de una amplia gama de estímulos fiscales que van desde la ampliación retroactiva de la cobertura del régimen de seguridad social y la reducción de cuotas mínimas mensuales en varias actividades, hasta la exoneración temporal de tributos en labores menos rentables, la suspensión transitoria de su cobro para acometer reparaciones en vehículos y viviendas, o el incremento del porcentaje de gastos a deducir de los ingresos totales en alguna modalidad específica.

En el caso concreto de las minoraciones de impuestos, debemos hacer notar que ellas constituyen lo que en técnica tributaria le llaman “sacrificio fiscal”, pues el Estado reduce así su recaudación, en función de favorecer a estos pequeños negocios para que cuenten con más capital de trabajo, aumenten sus ganancias y, en definitiva, tengan mayores probabilidades de prosperar.

Las disposiciones administrativas no son menos relevantes, pues incluyen mejoras que buscan equiparar las condiciones de competitividad de esta incipiente actividad privada frente a una similar oferta estatal; la simplificación, agilización y abaratamiento del coste de los trámites; así como la inclusión de actividades o extensión de su alcance, y la toma de decisiones para estudiar el arrendamiento de otros locales a trabajadores particulares y ampliar progresivamente los aseguramientos de materias primas e insumos.

Ahora la mayor responsabilidad radica en los organismos y las instituciones que deben garantizar la difusión e implementación rápida, efectiva y exacta de tales correcciones —incluyendo al movimiento sindical que puede apoyar su divulgación entre el creciente número de trabajadores por cuenta propia sindicalizados, además de velar por su cumplimiento—, así como en dar seguimiento a otras inquietudes y necesidades que surjan y sea imprescindible continuar introduciendo al compás de la vida.