En entrevista con Prensa Latina, la socióloga señaló que esa instancia se adhiere a la Oficina del Historiador de la Ciudad y traza políticas y estrategias para encaminar el proceso de rehabilitación y restauración del Centro Histórico.
Agregó que el carácter social del proceso entraña la creación de servicios para las personas, la contribución a la solución de las problemáticas que existan y la formación de espacios que les permitan el contacto social.
Subrayó que su grupo de trabajo, destinado a las investigaciones aplicadas, realiza estudios que respondan a las problemáticas y a los intereses del planeamiento, y para ello cuenta con profesionales de la Economía, la Historia, el Derecho y la Sociología.
Cuando vamos a restaurar un lugar, aclaró, se realiza un estudio de cuáles eran sus características desde el punto de vista histórico y qué usos tenía, y por otro lado valoramos las características sociodemográficas, las tradiciones de ese entorno.
El propósito reside en ofrecer investigaciones que puedan apoyar el planeamiento y otras que muestren también el resultado de lo hecho, añadió.
Entre las obras más importantes de la Oficina del Historiador, destacó la clínica de rehabilitación para la edad pediátrica Senén Casas, que surgió para satisfacer necesidades de los niños con parálisis cerebral y otras enfermedades degenerativas del sistema nervioso central.
También aludió al antiguo Convento de Belén, convertido hoy en un centro humanitario, al hogar Materno-infantil, y al proyecto de accesibilidad al patrimonio, con el cual se pretende que personas ciegas o con otras limitaciones puedan disfrutar de la cultura, la historia y la arquitectura.
El reuso y adaptabilidad contemporánea de antiguas instalaciones que constituyen un gran potencial para el desarrollo guió los debates en el IX Encuentro Internacional sobre Manejo y Gestión de Centros Históricos, organizado por el Plan Maestro del 17 al 20 de mayo último.
