Milenio - Manuel Juan Somoza / Foto: Ntx.- El Cebrasno está en el zoológico de Ciego de Ávila, en el centro de la Isla. Es el resultado de la cruza entre una cebra y un asno o burro.

El inesperado cruce por amor de una cebra africana y un burro cubano amplió en las últimas horas el capítulo de lo original en la mayor irla del Caribe, que ahora se precia de contar con una “cebrasno” en perfectas condiciones de salud.

De cuerpo robusto y pelaje marrón –propio del padre-, y con rayas en las orejas, patas largas y una bien marcada línea negra que va desde la cabeza hasta la cola –herencia de la madre-, el cuadrúpedo se encuentra en el zoológico de Ciego de Ávila, provincial central de Cuba.

Ocho días después del cruce, la “cebrasno” está “en perfectas condiciones”, aunque el apareamiento se realizó de manera fortuita, “por amor”, dijeron a la prensa los cuidadores del animal, que se ha convertido en estrella nacional.

"Este es el primer parto de la cebra y sabíamos que el acontecimiento podía ocurrir porque ambos son animales genéticamente compatibles, aunque proceden de diferentes partes del planeta", indicó el director del zoológico, Fidel Yera.

Desde el parto, la madre -“Grani”- recibe una dieta reforzada para apoyar la alimentación de la nueva cría que, sin embargo, por lo regular resulta infértil .Anteriormente se reportaron algunos casos similares en los zoológicos de La Habana y la ciudad oriental de Santiago de Cuba.

Aunque la evolución de la “cebrasno” es seguida al detalle por especialistas y los medios, expertos aseguran que este tipo de cruce no es lo que buscan los zoo del planeta, interesados básicamente en conservar las especies de manera pura.