Trabajadores.- Ciencia, tecnología, medio ambiente y biotecnología centraron la atención de los diputados del máximo órgano legislativo de la Isla.
Cuba aporta actualmente sólo el 0,08% de las emisiones de gases de efecto invernadero del mundo, a lo que contribuye la acertada política medioambiental que lleva a cabo la Isla, de vital importancia en momentos en que el planeta enfrenta un severo cambio climático.
Fue uno de los elementos destacados durante la jornada matutina de este sábado en el Palacio de Convenciones de La Habana, en la que los diputados al máximo órgano legislativo cubano sesionaron en plenario para analizar medulares aspectos referidos a la ciencia, la tecnología, el medio ambiente y la biotecnología.
En su introducción al tema, el doctor José Miyar Barrueco, titular del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, destacó la diversidad de programas en los que trabaja el organismo, todos integrados a los diferentes sectores económicos en busca de las mejores soluciones que precisa el país, y bajo el precepto de que Cuba sea un país de hombres de ciencia, de pensamiento.
Muchos avances de la estrategia medioambiental que exhibe hoy Cuba precisó Orlando Rey Santos, director de medio ambiente del CITMA, entre las que se encuentra un 26% de área boscosa, (al triunfo de la Revolución era sólo del 14%); un volumen de agua embalsada que asciende a nueve mil millones de metros cúbicos, muy superior a los cuarenta millones que existían en 1959; una sustancial reducción de la carga contaminante, y más del 13% de la superficie del país protegida.
En el caso de la actividad meteorológica, Abel Centella Artola, director científico de ese instituto, significó antes de 1963, cuando los cubanos fueron azotados por el ciclón Flora, existía un débil servicio, con solo 11 estaciones. Había total ausencia de investigaciones y solo dos meteorólogos tenían nivel universitario, panorama que contrasta con la realidad actual, cuando se dispone de 68 estaciones meteorológicas, ocho radares, y mil 480 trabajadores, con un altísimo nivel de calificación.
Añadió que hoy un moderno radar cuesta alrededor de tres millones de dólares en el mercado internacional, y los especialistas cubanos logran modernizar estos equipos con sólo unos 25 mil, por lo que a partir de septiembre próximo el país contará con el primer prototipo de radar doppler de fabricación nacional.
Cuba también fortalece su servicio sismológico, que incluye ocho estaciones asistidas y cuatro telemétricas, e intensifica los programas de ciencia, tecnología e innovación, que han sido reconocido en los últimos diez años con siete medallas de oro por parte de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual.
“Los resultados de la ciencia constituyen hoy uno de los renglones más importantes del comercio exterior cubano”, destacó Vito Quevedo Rodríguez, director de ciencia, tecnología e innovación del CITMA , quien precisó que el 70% de las entidades científicas del país están concentradas en este organismo, el de Educación Superior, Salud Pública y Agricultura. Hoy la Isla cuenta con 130 centros de investigación, donde laboran más de tres mil 300 trabajadores, fundamentalmente mujeres, el 75% de los cuales tienen nivel superior y medio superior.
En los últimos diez años el país ha terminado 585 proyectos, de los que 200 han sido aplicados de forma total y otros parcialmente, en sectores tan vitales como la energía y la producción de alimentos.
Varios directivos de instituciones del polo científico del oeste de La Habana explicaron los resultados de sus centros, como por ejemplo el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología, donde los productos ya se ubican en el segundo renglón exportable del país.
En el caso del Centro de Inmunología Molecular, lo producido en sus cuatro plantas hoy se exporta a 29 países; más se reiteró el criterio de que el principal objetivo de todas estas producciones va dirigido a la salud del pueblo cubano, amén de los beneficios que reporta en el orden económico para el país.
