La construcción de ese símbolo habanero comenzó en el año 1901 y se realizó de tramo en tramo en distintos períodos históricos. Después de 50 años de trabajos constructivos, el proyecto llegó a su fin.
Así surgió la elegante avenida de seis carriles (tres en cada dirección) y el amplio muro de cemento de siete kilómetros de largo que bordea de manera irregular el litoral norte de la ciudad, y se extiende desde la entrada de la Bahía de La Habana hasta la desembocadura del río Almendares.
Es el lugar de encuentro más visitado de la capital. Desde cualquiera de sus puntos se puede observar la ciudad inmersa en su ajetreo cotidiano.
Miles de vehículos transitan a diario por allí. Entre las personas que acuden al lugar, siempre hay quienes comparte sus penas y alegrías con la brisa mañanera que desprende el mar; caminan por la amplia acera o se tienden en el muro a dorar su piel con el cálido sol tropical.
El Malecón es lugar de ensueño a toda hora del día, pero en las tardes-noches se torna casi mágico, pues se viste de gala con cientos de enamorados que esperan la puesta del sol para recordarle a la pareja cuanto la quieren; trovadores bohemios que comparten su música y los floreros, siempre al alcance de la mano del amor.
Son muchas las maravillas que guarda la otrora Avenida del Golfo, nombre primigenio otorgado al singular espacio, el cual a lo largo de los años ha sido testigo de importantes acontecimientos que narran la historia del pueblo cubano. Desde su construcción hasta la fecha se han realizado filmaciones de películas, desfiles, conciertos, carnavales y hasta carreras de autos.
Se aprecian inmuebles y estatuas que marcan pautas en las tradiciones de la Isla, como el hotel Riviera y el emblemático Nacional; sitios dedicados a recordar figuras de la gesta independentista en la mayor de las Antillas; como la Tribuna Antiimperialista y otros lugares de gran importancia para los cubanos.
Este muro de concreto es guardián de la bella Habana y mudo confidente de sus visitantes, el cual recibe los embates del tiempo y resulta de obligada referencia a todo aquel que visite la capital de esta isla tropical llena de historias.