Agencias.- El ministro de Cultura de Cuba, Abel Prieto, calificó la polémica vía Internet protagonizada por los cantautores Silvio Rodríguez y Pablo Milanés como "coyuntural" y consideró que no es el "tipo" de debate que necesita la cultura de la isla.
"Espero que esto sea coyuntural, no creo que sea el tipo de debates que nos va a ayudar a salir adelante", dijo Prieto en declaraciones a corresponsales, al comentar el intercambio digital en el que se enzarzaron Rodríguez y Milanés el mes pasado y en el que ventilaron cuestiones personales con un trasfondo político.
Prieto también calificó de "coyuntural" la polémica suscitada hace unos meses por el caso del pintor cubano Pedro Pablo Oliva, considerado uno de los más destacados artistas del país y destituido de un cargo en la Asamblea del Poder Popular.
Según dijo, la polémica tras las declaraciones de Pablo Milanés en Miami "también va a pasar" e insistió en que "hay cosas de carácter coyuntural que no nos deben alejar del objetivo esencial" de un debate cultural en Cuba.
El ministro cubano de Cultura aseveró hoy que existen temas "sustanciales" que deben seguirse debatiendo en la isla en el marco del proceso de "actualización" del socialismo que promueve el Gobierno del presidente Raúl Castro.
Resaltó que ese debate "es una necesidad de la sociedad" cubana que la dirección del gobernante Partido Comunista de Cuba "está pidiendo".
Intercambio de ideas libres
En ese sentido, advirtió que la idea es lograr "un intercambio de ideas libres y abierto a las verdades" y que "nadie puede sentirse poseedor de la verdad absoluta".
Prieto subrayó que la política cultural de Cuba se fundamenta en "el respeto a la diversidad en la discusión" y en "la idea de la mayor libertad creadora a partir de un compromiso de la gente con el destino" de Cuba.
Sobre los cambios que supondrá para el sector cultural de la isla el proceso de reformas económicas de Raúl Castro, mencionó que se trabaja por "desinflar" la burocracia de las instituciones culturales.
Asimismo, dijo que se busca eliminar el "igualitarismo" y "apoyar" a una vanguardia cuyos proyectos "realmente tengan un significado para la creatividad en términos artísticos y literarios en el país".
Prieto se refirió además a la necesidad de "diferenciar" lo que el Estado tiene que seguir financiando sin abandonar "conquistas importantes" como la enseñanza artística, y sin "satanizar" el mercado ni dejar que este "imponga las reglas del juego en la política cultural".