Adalys Pilar Mireles - Prensa Latina.- Con un llamado a revitalizar la impronta africana y proteger las cultivas vivas, concluyó este domingo aquí el III Coloquio Memoria, Identidad y Cubanía, que reunió a investigadores de varias provincias del país.
La fiesta del tambor yuka, expresión músico-danzaria traída a la nación antillana por inmigrantes de origen congo, cerró los cuatro días de conversatorios y exposiciones sobre la influencia y aportes de los afrodescendientes.
Las sesiones teóricas estuvieron dedicadas a ahondar en las huellas de los hijos de África y los desafíos entre identidad y discriminación.
Tradiciones arará provenientes de las etnias ewe, adjá, y fong, el fenómeno del cimarronaje o resistencia esclava activa visto desde la perspectiva de los descubrimientos arqueológicos, trajes típicos de la sociedad secreta Abakuá y la religión en los procesos migratorios, fueron los títulos de algunas de las conferencias del encuentro.
Durante la jornada final del coloquio iniciado el pasado 13 de octubre, el Doctor en Ciencias Jesús Guanche, coordinador del comité cubano La Ruta del Esclavo, destacó los esfuerzos y proyecciones de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América con el fin de preservar el legado indígena y africano.
Elogió los pronunciamientos y acciones del bloque compuesto por Venezuela, Cuba y otras naciones de la región, para promover un diálogo intercultural en el área, sustentado en el respeto a la diversidad como premisa sustancial.
En declaraciones a Prensa Latina el estudioso insistió en la necesidad de conservar manifestaciones que pueden peligrar por su carácter exclusivo, entre las que mencionó las festividades religiosas asociadas al cabildo matancero Iyessá Moddú, el cual mantiene ancestrales cantos y ritos oriundos de Nigeria.
En igual condición perviven los toques y danzas del tambor yuka, fruto bantú que logró sobrevivir en esta occidental zona a lo largo de varias centurias, agregó.
Adelantó que de conjunto con la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), instituciones nacionales encaminarán sus pasos para contribuir a salvaguardar expresiones únicas, defendidas por grupos portadores.
Los promotores del proyecto cultural comunitario Ashedá, fueron los anfitriones del coloquio, enriquecido con la proyección de filmes de perfil etnográfico, exposiciones de pintores locales y la actuación de agrupaciones folclóricas.