Miguel Fernández Martínez, periodista cubano residente en Miami.- A fuerza de una prensa –y sus potenciales consumidores-, que necesita titulares rimbombantes cuando de Cuba se trata, se puede leer cualquier cosa. No importa si es cierto o falso, si es una información confirmada o no. Lo importante es decir -aunque sea mentira-, cosas que pongan en entredicho las realidades de la Isla, desgarrar la nostalgia de los que están lejos y exacerbar los odios contenidos de quienes se imaginan que están “luchando” en su cincuentenario y geriátrico exilio, o de los que cobran monedas por servicios prestados al mejor postor.
Lo último y más fresco en los espacios que llenan los noticiarios atrincherados, los blog muy bien remunerados –y premiados- y las tribunas de los “líderes” sin seguidores, es una encuesta que realizó en Cuba, supuestamente de forma clandestina, el Instituto Republicano Internacional, donde asegura que el 76% de los cubanos desea elecciones multipartidistas, libertad de expresión y retorno al capitalismo.
Hablan de “abrumadora mayoría” de cubanos, como si los receptores de estos “textos” fueran ingenuos leedores sin neuronas, y no conservaran, para dicha de todos, una memoria histórica que no la podrán borrar ni tirios ni troyanos. Desde tan temprano como 1959, “encuestadores” aseguraban que la Revolución no superaría los seis meses de vida, o en abril de 1961, cuando era una herejía no “creer” que el 90 por ciento de la población cubana se uniría a la Brigada invasora 2506, una vez que se hicieran fuertes en las playas de Bahía de Cochinos.
Los “encuestadores” sobre Cuba vaticinaron en los años noventa que poco podría resistir la Isla después del desplome del campo socialista, y más cerca en el tiempo, muchos alistaron en Miami maletas y yates en julio de 2003, cuando las encuestas apuntaban a que después del colapso de la salud del Comandante Fidel Castro, era cuestión de días el derrumbe de la Revolución.
Es fácil confundir cuando se hace con tan mala leche. No es un secreto que el pueblo cubano es inconforme, y sus reclamos de mejoramiento humano se están haciendo sentir en una sociedad que se renueva sobre la base de sus desaciertos, pero de ahí a asegurar que nueve de cada 10 cubanos desea la aplicación de una economía de mercado al estilo Made in USA y que el 70% quiere cambios políticos que regresen al pasado seudorepublicano -según los datos que aporta la encuesta del IRI-, es algo que provoca risa.
Sería interesante, que pudiera conocerse hacia donde apuntaron los “encuestadores”. Dudo mucho que los formularios hayan sido llenados por obreros de a pie, por estudiantes universitarios, por trabajadores que siguen apostando, a pesar de las carencias y errores, por un país libre de explotaciones. No creo que hayan tenido coraje de tocar las puertas de miles de internacionalistas, de millones de cubanos que defienden la dignidad de vivir en libertad en su propia tierra.
Solo queda pensar que “encuestados y encuestadores” estaban en las nóminas de los que hacen, dentro de Cuba, un jugoso y lucrativo negocio a la oposición, y si así fuera, sentiría tanta pena, porque el 76 % de esas huestes, se puede contar con los dedos de las manos.
