Arnaldo Vargas Castro - Radio Angulo.- Cuando Fidel Castro, al frente de un valeroso grupo de hombres asaltó el cuartel Moncada en Santiago de Cuba el 26 de Julio de 1953, el guantanamero devenido holguinero, Rolando Medina Alfonso, contaba con 13 años de edad.


Cuando el líder cubano condujo desde México la expedición del pequeño yate Granma, con la convicción: “si salgo, llego; si llego, entro; si entro, triunfo”; y con 18 años de edad, se sumó a las tropas del II Frente Oriental “Frank País García”, que comandaba el hoy presidente de la República de Cuba, General de Ejército, Raúl Castro Ruz.

“Yo era un joven intranquilo como la mayoría de los que protestaban contra la tiranía de Batista (Fulgencio). Lo hacíamos, porque cada día aparecían más muertos por todas partes, te daban una golpiza por cualquier cosa; y era un delito pertenecer a la Federación Estudiantil Universitaria (Feu), porque éramos muchachos que pensábamos, organizábamos actividades y considerábamos llegado el momento de hacer lo que Fidel había proclamado en el Moncada, en nombre de la Generación del Centenario (se refiere al centenario del natalicio de José Martí)”.

¿Dónde estudiabas entonces?

“Estaba en la Escuela Superior de Comercio. Me preparaba para hacerme después, tenedor de libros, que hoy viene a ser la contaduría, o contabilidad. Nuestra situación se hacía cada vez más difícil, porque apoyábamos a Fidel que ya combatía en la Sierra Maestra, y eso era motivo suficiente para que nos hicieran la vida imposible. Fui detenido en dos oportunidades y solo me liberaron porque era estudiante de aquella escuela. Realmente tuve suerte que no me mataran, como hicieron con otros muchachos de mi edad”.

¿En qué circunstancias se produjo tu incorporación al Ejército Rebelde?

“Yo vivía en San Justo, un barriecito de las afueras de Guantánamo. Para mantenernos bajo control, el ejército recogía a los jóvenes y nos hacían construir trincheras para ellos. Prácticamente no podíamos ir a la escuela, no recibíamos clases. Un día hicieron una redada y pude esconderme escondí en casa de una hermana hasta que todo pasó. Como me tenían identificado y prácticamente no me dejaban moverme, tuve que irme pa´l monte con otro compañero”.

¿A dónde te presentaste y qué hiciste allí?

“Como ya el II Frente Frank País había extendido sus operaciones y dominaba gran parte del territorio oriental, estaban en las cercanías de Guantánamo y allí me personé, en el lugar conocido por la Loma de la Bandera. Tras las preguntas de rigor, me incorporaron a la compañía “C”, bajo el mando del Capitán Zapata. Allí terminé la guerra”.

¿Participaste en acciones militares?

“Bueno, te estoy hablando de la parte final de la guerra revolucionaria, cuando la ofensiva rebelde estaba en su punto máximo y ya los guardias de la dictadura casi nada podían hacer. Bajo esas circunstancias, participé en varias escaramuzas y emboscadas, y cubría una posta cuando trascendió la noticia de que Fulgencio Batista se había ido del país y había triunfado la Revolución”.

¿Qué sensación experimentaste en ese momento?

“Imagínate cómo me sentí, cómo nos sentimos todos los que contribuimos en algo para ponerle fin a 50 años de gobiernos protegidos, armados y asesorados por Estados Unidos. Aquello fue apoteósico: todo el mundo en las calles, dando vivas a Fidel y a la Revolución. Había permanecido en mi puesto hasta que pasaban unos compañeros en un jeep y me dijeron: - ¡Vamos, sube, que derrotamos a Batista y Guantánamo está de fiesta! Todo parecía un sueño. Habían acabado tantos años de crímenes, torturas, desempleo y desalojos. Se abría paso la Revolución que inició Fidel en el Moncada y se fortaleció en la Sierra y el llano. Fueron horas de mucha alegría popular”.

¿Qué hiciste entonces?

“Figúrate, en medio del jubileo fui a ver a mi familia. Al otro día partimos para Santiago de Cuba. Yo integraba la Columna 18. Ese mismo mes de enero participé en la protección del aeropuerto y otras instituciones; alfabeticé a combatientes que no sabían leer ni escribir; después trabajé con las fuerzas tácticas en Manzanillo; y más tarde, quizás teniendo en cuanta mi nivel cultural, fui enviado a La Habana para pasar un curso de comunicador”.

¿Otro cambio en tu vida?

“Si supieras, mi vida tuvo muchos cambios desde que ingresé a la educación superior y me incorporé al movimiento juvenil, que era bastante fuerte. Como comunicador, tuve la suerte de pasar a la División 50, que como sabes, estaba en Baraguá, muy cerquita del lugar donde el General Antonio Maceo levantó la dignidad de los cubanos con su viril Protesta de Baraguá, después que otras fuerzas habían firmado el Pacto del Zanjón, porque no veían las posibilidades de ganarle la guerra a España”.

“En esos momentos, el jefe de la unidad era Senén Casas Regueiro. Allí permanecí hasta el año 1969, cuando fui enviado a la Unión Soviética para pasar el curso superior de oficial de comunicaciones, del cual me gradué en 1971. Al regreso, solicite ser trasladado a la Brigada Fronteriza, en Guantánamo, porque había una plaza vacante y en esa ciudad tenía a mi familia”.

Por el exitoso cumplimiento de diversas misiones, este combatiente de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, que inició su vida militar en el Ejército Rebelde, mereció la militancia del Partido Comunista de Cuba en 1964; el ascenso al grado de Teniente Coronel en 1979; más de 20 condecoraciones; y el respeto y admiración de sus jefes, compañeros y todos los que lo han conocido.

“Dediqué casi toda mi vida a las Fuerzas Armadas Revolucionarias. Ese ha sido mi mayor premio; y aunque actualmente pertenezco a la reserva, seguiré haciendo lo que me toca, como buen cubano que soy, mientras me queden fuerzas. Mi mayor compromiso es con Fidel, con Raúl, y con mi pueblo, que es como decir, mi Revolución”.

Rolando Medina Alfonso hace honor a la premisa martiana de que “…donde se ha peleado más, se ha andado más aprisa: se ha pasado por lo inevitable, y se está llegando antes a lo útil. Así dan mejor fruto los campos bien regados”; porque “Lucha es la vida, y no hay que regirla; sólo los que se saben sacrificar llegan a la vejez con salud y hermosura”.

Cuba
La Habana, 24 jul (Prensa Latina) La Institución Religiosa cubana Quisicuaba entregó hoy insumos médicos y material gastable a hospitales de la occidental provincia de Artemisa. De acuerdo con el presidente del también pro...
Canal Caribe.- Cuba compartió sus experiencias en el desarrollo biotecnológico y farmacéutico ante el auditorio reunido en la sede del proyecto "Yo soy Cuba en Tremblay" ubicada en la localidad francesa homónima....
Niñas y niños protagonizaron el ejercicio de urbanismo ciudadano que organizó la Red Placemaking-Cuba en el barrio El Fanguito. Foto: Cortesía de Claudio Aguilera....
Lo último
¡Exhiban las actas!
Atilio Borón - Cubadebate.- El atronador y muy bien coordinado coro de los publicistas al servicio del imperio y sus clases dominantes ha escalado sus denuncias en contra del reciente proceso electoral venezolano. ...
Ver / Leer más
Los peligros del ciberdelito
trabajadores.cu.- Acerca de la Política para la transformación digital en Cuba, Camila González Font, fiscal de la Fiscalía provincial de La Habana,  comentó a la ACN que el incremento en el uso de las red...
Ver / Leer más
La Columna
Venezuela: intervención de la buena
Por Lazaro Fariñas*/Foto Virgilio Ponce -Martianos.- digital@juventudrebelde.cu.- COMENTARIO DESDE MIAMI INTERVECIONISMO DEL BUENO ¿Quiénes se creen que son todos esos mandatarios de diferentes países que es...
La Revista