Santiago Palavecino, director de Vida nueva, filme argentino estrenado como parte del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, dijo que en este, su segundo largometraje, las acciones superan a las palabras en un intento de develar "nuestros desconciertos, de ahí la fragilidad de los personajes".
Mientras, Sebastián Lelio, realizador chileno de la cinta El año del tigre, una de las 120 que concursan en esta edición 33 de la cita habanera, manifestó que el terremoto ocurrido el pasado año en la nación andina, trama central de su obra, sirve de hilo conductor para abordar otros temas.
Esta especie de caballo de troya abre una grieta, a través de la cual reflejamos no sólo esa realidad desoladora y de destrucción que provocó el fenómeno natural, sino también la situación de los presos, la falta de libertades y el caos que genera la fragilidad de las estructuras sociales, estremecidas por eventos de este tipo, acotó.
A una pregunta de Prensa Latina sobre las actuales tendencias cinematográficas, Palavecino indicó que el cine argentino se caracteriza por su diversidad y la manera tan diferente de reflejar la realidad, desde una óptica de realización que roza lo caótico.
"Dentro de esa suma de singularidades, mi película se diferencia de otras porque toma algunos elementos del melodrama y el policiaco, fusión de géneros que la gente de mi generación no había tocado mucho con anterioridad, subrayó el realizador, que por primera vez visita Cuba.
Por su parte, Lelio expresó que desde el 2005 irrumpió en la cinematografía chilena una generación joven con una producción y continuidad bastante sorprendente, movimiento que se distingue también por la variedad de géneros, miradas y sensibilidades.
"Esto es lo que hace que el actual momento sea súper estimulante para hacer películas en Santiago de Chile y en Latinoamérica de forma general. Hoy existe una especie de conversación entre las películas, y uno se siente muy entusiasmado de formar parte de esa conversación, en la que el tiempo tiene la última palabra", aseveró el director de filmes como Navidad y La sagrada familia.
Su película en concurso, El año del tigre, tiene como centro a Manuel, un fugitivo de una cárcel chilena, la cual quedó destruida por el violento terremoto de febrero del 2010. Cuando logra llegar hasta el lugar donde estuvo su casa, descubre que el maremoto arrasó su hogar y se llevó consigo a su esposa e hija.
La trama de la cinta argentina Vida nueva se centra en los conflictos de una pareja -Laura y Juan- y el medio familiar y círculo de amigos que los rodea en un pueblito en las afueras de Buenos Aires, que el filme matiza con peleas, secretos, rencores y romances.