Madeleine Sautié Rodríguez - Granma.- Calificada por Abel Prieto Jiménez, ministro de Cultura, como "evento excepcional y único que refleja lo que siente el país por la cultura", concluyó ayer su etapa occidental la XXI Feria Internacional del Libro Cuba 2012.

El sonado acontecimiento —que destacó por la nutrida participación de un público de todas las edades que asistió ininterrumpidamente a presentaciones de títulos, actividades académicas y culturales entre las que estuvieron, entre otras acciones, el contacto directo de los autores con sus lectores— fue también escenario para la celebración de dignos homenajes como el que le tributó la ciudad de Matanzas, en presencia de Miguel Barnet, miembro del Comité Central del Partido y presidente de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, a la Premio Nacional de Literatura Carilda Oliver Labra, en su 90 cumpleaños, y el dedicado, también en esa tierra, a propósito de su Centenario, al escritor y dramaturgo Virgilio Piñera.

En Santa Clara, la Sociedad Cubana de Bibliotecarios honró a Zoila Lapique, Premio Nacional de Ciencias Sociales a quien se dedica junto al Premio Nacional de Literatura Ambrosio Fornet la actual edición de la Feria, con el lauro provincial Manuel García Garófalo, por la obra de toda la vida; mientras que Cienfuegos la condecoró con La Perla, máxima distinción de esa provincia.

La provincia de Sancti Spíritus, gratificada con la presencia del destacado ensayista jamaicano Keith Ellis, fue también visitada por Zuleica Romay, presidenta del Instituto Cubano del Libro, quien refirió en ese territorio la significación de la extensión de la Feria del Libro a las provincias, realizada gracias a un gran esfuerzo del Gobierno y el Estado cubanos. "En Cuba hay eventos muy masivos, afirmó, pero la Feria Internacional del Libro trasciende la fecha de su celebración".