Karina Durant Foto: César A. Rodríguez - Trabajadores.- Lograr un mayor impacto de los resultados científicos en la economía y la sociedad es un reto para los afiliados del Sindicato Nacional de Trabajadores de las Ciencias (SNTC).

En sus intercambios y reuniones sobresale fundamentalmente la necesidad de evaluar la continuidad de cada proyecto de investigación, a partir de su correspondencia con las prioridades de desarrollo del país.

Así lo refiere Georgina Bonilla Pimentel, secretaria general de la organización: “En el contexto de la actualización del modelo económico cubano, la ciencia está llamada, cada vez más, a aportar soluciones innovadoras y rentables.

“Hay más de 3 mil proyectos de investigación que deben ser evaluados —precisa—. También tenemos que adecuar las estructuras de nuestras instituciones a las exigencias de hoy; y establecer los mecanismos de financiamiento de la actividad científica y de integración entre los centros y el sector empresarial.

“Los trabajadores identifican la urgencia de incorporar nuevos rubros de bienes y servicios con alto valor agregado por la actividad de ciencia, tecnología e innovación, con una mayor contribución a las exportaciones y a la sustitución de importaciones”.

Para Georgina, quien ya tenía experiencia como cuadro sindical cuando asumió las riendas del SNTC en el 2008, la organización debe cumplir la tarea encomendada hace 20 años por el Comandante en Jefe Fidel Castro.

“La visión del Partido y del Estado —expresa la secretaria general— sobre la relación entre el desarrollo económico-social y el científico-tecnológico permitieron que, aun en medio de la crisis económica enfrentada en el país durante los primeros años de la década de los 90, continuara el impulso de la investigación, el funcionamiento de los centros y la creación de nuevas instituciones”.

El Sindicato de las Ciencias surgió el 28 de marzo de 1992, poco después de que se subrayara la necesidad de su existencia como fuerza integradora, para propiciar la atención y el empleo más racional de los recursos humanos, materiales y financieros, así como la introducción y generalización del conocimiento científicotécnico.

“Actualmente tenemos —resalta Bonilla Pimentel— buenos resultados en la agricultura urbana y suburbana, en la industria biotecnológica, la salud, la educación, la informática, los estudios de peligro, vulnerabilidad y riesgos, y en las ciencias sociales, con estudios sobre religión, juventud y productividad…

“No obstante, se ha evaluado la necesidad de contribuir más en la producción de alimentos, las ramas industriales, las construcciones y el transporte”.

Al SNTC pertenecen 21 mil trabajadores de la simple afiliación —de centros de la biotecnología y del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA) — y 46 mil de la doble afiliación, que también forman parte de otros sindicatos ramales.

“Asimismo nos corresponde —considera Georgina— adoptar sistemas de pago por resultados, vía que hoy tenemos para aumentar salario a la comunidad científica; potenciar la preparación de los cuadros; fortalecer las asambleas de afiliados como espacios para examinar asuntos medulares; lograr una verdadera integración con la Central de Trabajadores de Cuba y otros sindicatos, con las Brigadas Técnicas Juveniles, la Asociación Nacional de Innovadores y Racionalizadores, el Fórum de Ciencia y Técnica, los consejos de las ciencias sociales y con el propio CITMA; responder a los Lineamientos del VI Congreso del Partido y con ello conectar los resultados de la ciencia con la economía y la sociedad”.