Los archivos del Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT) custodiaban una larga entrevista inédita a Fidel Castro durante la lucha guerrillera previa al triunfo revolucionario. Contiene la narración de Fidel sobre lo que él estaba viviendo en aquellos días. La prolífica documentalista cubana Rebeca Chávez presentó, en la última edición del Festival del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana, fuera de concurso, el documental “El día más largo”, realizado a partir de dicho material.

Texto publicado en el nº 21 de Cubainformación papel - Primavera 2012

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- ¿Cómo encontraste ese valioso material y cómo has llevado a cabo este proyecto de documental?

- El material lo encontré cuando estaba preparando una serie que se hizo para España, “Caminos de Revolución”, buscando material para hacer un capítulo. Había constancia en los registros de que se había hecho esa entrevista, pero solamente estaba reflejado en una tarjeta. Las investigadoras y conservadoras de ese archivo de la Televisión cubana empezaron a buscarla. No la encontramos para el capítulo, pero siguieron buscando y, finalmente, lo encontraron.

El periodista Luis Navarro estaba en Camagüey. Fidel llegó allí, en la Columna 1 desde Santiago de Cuba, y le hizo una larguísima entrevista. Ignoro si se televisó o no. Pienso que no, porque los acontecimientos históricos de ese momento sucedían uno detrás de otro, una noticia solapaba a la otra, y ese trabajo quedó un poco sepultado. Había una versión transcrita y publicada en papel, pero la imagen no estaba. Cuando me volví a tropezar recientemente con ese material, ya digitalizado, me pareció que valía la pena sintetizarlo -porque era una entrevista muy larga-, y escoger aquellos momentos donde Fidel narraba lo que le estaba pasando en ese momento, lo que recordaba en ese momento.

Quedó un material de unos 18 minutos y lo llamé “El día más largo”, porque él decía: “He pasado estos dos años y medio con mucha tensión”. Se me ocurrió que ese podría ser el día más largo, en el que él cuenta lo que le ha pasado en días anteriores, cómo se entera de que se va del país Fulgencio Batista, etc. Es un Fidel que tiene 32 años, está muy pleno, y muy simpático. En ese momento no se cree mucho las cosas. Me pareció que ese puede ser uno de los elementos de más gracia o interés. Eso puede ser lo apasionante y lo arriesgado de recuperar estos materiales.

Me interesaba que la gente viera a ese Fidel, lo conociera, y viera qué pensaba él hace 52 años, y cómo lo decía. Aunque no me pareció que un material que tenga como eje a Fidel Castro, debiera concursar en el Festival. Lo que a mí más me importa es que se divulgue y que otras generaciones lo encuentren, les despierte interés, quieran saber algo más. Si eso lo logro me doy por bien pagada.

- Rebeca, ¿el Comandante ha podido ver esa cinta? ¿Se la han hecho llegar?

- Pienso que le ha llegado. Yo creo que él es una persona que siempre tuvo una conciencia muy clara acerca de la importancia que tienen los medios, de transmitir las ideas, y de las nuevas tecnologías. No sé cómo se podrá sentir viéndose en aquellas circunstancias. Supongo que él tendrá otros recuerdos que se le reavivarán con esto.

- Has plasmado en tus documentales la figura de Fidel en esa serie, “Caminos de Revolución”. También otros pasajes muy importantes de la Historia de Cuba, como Playa Girón, en el documental “Imágenes de la Memoria”. ¿Te sientes partícipe de tejer la memoria histórica de Cuba?

- Bueno, sí, aunque lo que vertebró la creación de estas películas no fue tener conciencia de eso. De lo que yo siempre trato es de hacer una historia. A mí lo que me llama la atención es encontrar personajes que, de repente, se salen del papel que la sociedad les otorga. La sociedad no le tenía a Rigoberta Menchú preestablecido que hiciera lo que hizo. Ella se sale del esquema que la sociedad le traza y se convierte en una figura incómoda. Me llama la atención los conflictos que plantea eso. Cuando hice un documental con Frei Betto, el dominico brasileño, me pasó lo mismo: plantear qué hace un dominico brasileño metido en la guerrilla urbana. Trato de sacar a los personajes de los roles que la sociedad cree que deben desempeñar.

Me hablas de Girón, una batalla a la que acudieron muchísimos fotógrafos. Y todas esas fotos se quedaron allí, porque 72 horas después aquello se acabó, y, entonces ¿para qué publicar ya esas fotos? Me interesaba saber qué les había pasado a quienes habían ido allí, habían sacado las fotos y no habían cumplido totalmente el objetivo para el que habían ido. Me resultaron muy interesantes tres fotógrafos, dos de los cuales fueron Premio Nacional de Artes Plásticas: Raúl Corrales y Ernesto Fernández, gente entrañable. Además yo soy una fanática de la fotografía.

- También has probado la ficción. Hiciste dos cortometrajes, “Triángulo” y “Fidelidad” y, en 2009, te lanzaste a tu opera prima, que ahora se evalúa en este trigésimo Festival de Cine: “Ciudad en Rojo”. ¿Cómo fue la experiencia, la nueva aventura de la ficción?

- Yo pienso que los temas están por ahí para que uno los encuentre, y yo me encontré esta novela e hice esta película. Es una reescritura de la novela ya que, a partir de la historia literaria completa, tenía el reto de hacer otra cosa trasvasando el lenguaje. La experiencia fue durísima, porque hacer cine es muy, muy duro. Son muchas horas.

Hice un buen entrenamiento físico para poder pasar 13 y 14 horas en el rodaje. Hubo que hacer una gran arquitectura financiera para poder filmar una película en la que pareciera que todo el tiempo estabas en Santiago de Cuba, pero no lo estabas. Y eso demandaba casi el 90% de los recursos, cinco locaciones en La Habana y sólo una semana en Santiago. Pero fue muy gratificante y la película está impregnada de toda mi mirada documental. Yo pienso que a estas alturas no hay un cine totalmente puro, todo está muy contaminado, los géneros viajan de un lugar a otro. Y yo me sentí muy cómoda y muy feliz de que los actores confiaran como confiaron, y se entregaran, al igual que el director de fotografía. Me gustó el resultado.

- ¿Tienes algún otro proyecto entre manos, tras el montaje de la entrevista sobre Fidel, “El día más largo”?

- Pues sí. Acabo de terminar el primer corte de un documental, llamado “Luneta número uno”, y estoy ahora con los efectos especiales. Tengo dos proyectos de ficción, que tienen un origen literario. Me gustaría hacerlos como hacen ahora los jóvenes cubanos el cine independiente: sin esa carga burocrática, más ligeros de equipaje. Tengo la ilusión de poder meterme en ese mundo, a ver qué pasa.

Entrevista: Amaia RUESGAS
Transcripción y redacción: Aurora VILLAR