Vivian Collazo Montano - CubaSi.- El dengue, una de las enfermedades víricas de transmisión por vectores más importante en la región de las Américas, ha visto un resurgir en los últimos años, detectándose un aumento en la incidencia y frecuencia de transmisión, y emergencia de las formas severas.
El crecimiento de la población mundial asociado a la urbanización no planificada, en especial en países pobres donde predominan viviendas precarias, hacinamiento, deterioro en los sistemas de suministro de agua, así como el espectacular aumento del volumen de residuos sólidos favorecen el incremento de ese padecimiento.
En los últimos años la cifra de enfermos de dengue aumentó de manera creciente, con brotes epidémicos que se repiten cíclicamente cada tres a cinco años.
Síntomas muy parecidos a los de la gripe común caracterizan esta dolencia transmitida por el mosquito Aedes Aegypti: cefalea, fiebre, dolores musculares, retrooculares, y rash cutáneo.
En tanto, la forma hemorrágica, una complicación casi siempre grave, puede llevar a la muerte si no se atiende a tiempo.
Sin medicamentos que lo curen, ni vacunas para prevenirlo, la única forma que existe hoy para el control del dengue es la lucha contra el vector mediante medidas de higiene y saneamiento, aseguró a Prensa Latina la doctora María Guadalupe Guzmán, jefa del Departamento de Virología del IPK.
Información adecuada, vigilancia epidemiológica, control de los niveles de infestación, higiene ambiental, eliminación de criaderos, es por ahora la única manera de prevenir un mal presente en gran parte del mundo desde hace muchos años, aseveró.
Sin embargo, en un futuro esto puede cambiar, y en ese sentido trabajan especialistas del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB), y el Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí (IPK), ambos en La Habana, quienes realizan investigaciones en proyectos de vacunas con resultados alentadores.
Nuestros expertos están enfrascados en el desarrollo de dos candidatos vacunales a partir de proteínas capaces de inducir inmunoprotección sostenida frente a la enfermedad en un breve período de tiempo, explicó.
Estos candidatos, desde el punto de vista de la seguridad, ofrecen buenas perspectivas, los resultados de laboratorio y con animales han sido satisfactorios, por lo que se espera muy pronto concluir los ensayos que se realizan en monos para pasar a la fase de exploración en humanos, señaló Guzmán.
Detalló que se busca un compuesto tetravalente, contra los cuatros serotipos del virus del dengue, y ofrezca protección tanto a quienes viven en áreas endémicas, como a quienes viajan a esos lugares, capacidad que demuestran los proyectos de la isla.
Por su parte el Doctor en Ciencias Gerardo Guillén, director de Investigaciones Biomédicas del CIGB, complementa que en una de las variantes en estudio colaboran especialistas del Instituto Pasteur de París y otras instituciones francesas.
Recordó no obstante, que puede tardar varios años superar las diferentes etapas de ensayos clínicos, y antes de confirmar la existencia de un producto efectivo para las personas, y autorizarse ampliamente su uso, se debe transcurrir por un largo proceso de validación.
Además, una vez disponible, nunca llegaría en poco tiempo a todas las áreas del mundo, aseguró.
Guillén recalcó que en la actualidad no existe inmunógeno alguno contra el dengue, y la más avanzada -del laboratorio farmacéutico Sanofi Aventis- se encuentra todavía en fase de ensayo clínico.
