Prensa Latina.- La educación comunitaria en Cuba en torno al enfrentamiento a desastres naturales incidió en la reducción de riesgos y del número de víctimas en las últimas décadas, afirmó hoy un funcionario de la Cruz Roja nacional.
El responsable de operaciones y socorro de la entidad, Alí Arbid, destacó la capacitación en comunidades y centros de trabajo a lo largo del país, actividad que incluye la transmisión de conocimientos sobre primeros auxilios, ejercicios de rescate y otros a fin de ayudar a superar estas situaciones de gran peligro para la vida.
El funcionario enfatizó en la importancia dada por Cuba a la igualdad de géneros pues lo contrario colocaría a una parte de la población en desventaja ante cualquier desastre, y argumentó cómo el gobierno ha fomentado la participación activa de mujeres y hombres en todas las esferas.
La Asamblea General de las Naciones Unidas instituyó el 13 de octubre como Día Internacional para la Reducción de los Desastres y este año dedicará la conmemoración a las mujeres y niñas.
A tono con la efeméride, la Comisión de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Asociación Cubana de las Naciones Unidas, de conjunto con la Sociedad Nacional de la Cruz Roja, presentó en esta capital algunos de los logros de esa institución que integra el sistema de la Defensa Civil en la isla.
La Cruz Roja cubana fue fundada en 1909 y cuenta en la actualidad con 47 mil 772 volutarios, de los cuales el 50,7 por ciento pertenece al sexo femenino.
En declaraciones a Prensa Latina, la Doctora María de los Ángeles Varona, especialista de la Sociedad, precisó que una tarea fundamental resulta la determinación de los puntos vulnerables en cada municipio, pues en dependencia de estos elabora sus planes y medidas que debe seguir la comunidad.
Ciclones y huracanes han sido tal vez los eventos más comunes en los últimos tiempos, pero sobre todo las inundaciones costeras, que nos obliga a evacuar poblaciones enteras, demandan un trabajo muy intenso para preservar vidas y bienes materiales, expuso. Por su parte, Arbid informó que uno de los aspectos más analizados durante las capacitaciones en torno a desastres es el escape de sustancias tóxicas y citó el ejemplo de la oriental provincia de Santiago de Cuba, donde tres mil 176 centros de trabajo recibieron entrenamiento este año por el riesgo que corren ante un terremoto u otro evento de peligro.
Además explicó el valor de fomentar el intercambio con las nuevas generaciones pues por lógica enfrentarán las consecuencias del cambio climático, que acorta la frecuencia de aparición de los fenómenos naturales.
rmh/msm
