Felipe Suárez Ramos - Trabajadores.cu.- Con la apertura de la exposición “1962: Crisis, pueblo y revolución”, quedó inaugurado el Taller Científico Conmemorativo 50 años de la Crisis de Octubre, a un paso del holocausto, convocado por la Academia de Historia de Cuba, en el Salón de los Espejos del Museo de la Revolución, en La Habana.

Las palabras inaugurales estuvieron a cargo de la Doctora Mercedes García, miembro de la Academia de Historia y presidenta del comité organizador, quien enfatizó la importancia de realizar eventos de este tipo, donde estudiosos y participantes tienen la oportunidad de confrontar reflexiones y experiencias que contribuyen a enriquecer la historia de la nación.

Un panel académico titulado La Crisis de Octubre: Reflexiones y debates a 50 años, expuso los resultados de la labor realizada en torno a este tema por prestigiosos investigadores.

El Doctor Jorge Hernández Martínez se refirió a la agresividad de la política de Estados Unidos hacia Cuba en el contexto de la Crisis de Octubre, a partir del simbolismo de la Revolución cubana para los pueblos latinoamericanos y caribeños, y su carácter socialista.

A la conexión existente entre la Crisis de Octubre y la Operación Mangosta, emprendida por Estados Unidos tras su derrota en Playa Girón, dedicó su intervención el Doctor Jacinto Valdés Dapena, quien aseguró que el objetivo central perseguido por el Gobierno de Estados Unidos al echar a andar la referida operación, era organizar y promover una guerra civil en Cuba para autorizar una intervención militar.

Acerca de la preparación del país para la defensa, habló el Máster Jorge Hernández Garabato, quien afirmó que en octubre de 1962 Cuba contaba con unas fuerzas armadas modernas y regulares, en pleno proceso de formación, para las cuales "la Crisis fue una prueba de fuego en la que obtuvieron calificación de sobresaliente".

“Los cohetes nucleares no fueron la causa de la Crisis, sino factores más complejos surgidos incluso antes del triunfo de la Revolución, en enero de 1959”, señaló el Doctor Tomás Diez Acosta, quien afirmó, además, que Cuba tuvo que actuar con mucha inteligencia y firmeza para defender su soberanía frente a Estados Unidos, y discutir con la entonces Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas para salvar la dignidad del pueblo cubano.

Bajo el título Vivencias de hombres que ayudaron a evitar el desastre, moderado por el Doctor Roberto Pérez Rivero, el comandante Manuel Quiñones Clavelo, entonces jefe de información del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR); los coroneles de la reserva Israel Behar Dueñas, Osvaldo Fernández Rodríguez y Germán Ferrás Pérez, y el teniente coronel Julio Ariel Sánchez Vera, igualmente de la reserva, rememoraron las misiones que les correspondió cumplir en aquellos momentos de mortal peligro para la humanidad.

Estudiosos y participantes respondieron las interrogantes planteadas por los asistentes, entre quienes se encontraban historiadores, combatientes, y no pocos interesados en profundizar en el conocimiento de la historia de la nación.

La exhibición del documental La Crisis de Octubre. Una cooperación arqueológica entre suecos y cubanos, sirvió como cierre al taller, cuya comisión organizadora contó con la  colaboración de la Unión de Historiadores de Cuba (UNHIC), la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana, la Dirección Política de las Fuerzas Armadas Revolucionarias y su Complejo de Museos Histórico-Militares, la Asociación de Escritores de la UNEAC, el Instituto de Historia de Cuba, el Archivo Nacional de Cuba, la Casa de Altos Estudios Don Fernando Ortiz de la Universidad de La Habana y la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana.