Adianez Fernández Izquierdo Foto Raúl Pupo - Juventud Rebelde.- Tras el paso del huracán Sandy, también la fuerza obrera joven tomó el camino de la solidaridad. Un grupo de la Fábrica de Fibrocemento de Artemisa Mario Echevarría López redobla desde entonces sus esfuerzos, junto al resto del colectivo, para enviar al oriente del país tejas para la recuperación de las viviendas.

Ello fue constatado por Yuniasky Crespo Baquero, primera secretaria del Comité Nacional de la Unión de Jóvenes Comunistas, durante un recorrido por esa entidad productiva con el propósito de intercambiar experiencias con los jóvenes vinculados de manera directa a la producción.

Acompañada de Yoaine Cepero, secretario del comité de base de la fábrica, Crespo Baquero conoció de la labor de jóvenes como Ulises Suárez, quien con tan solo 20 años labora en la producción de tejas, consciente de la importancia de su aporte a los hermanos de las provincias afectadas.

En ese espacio precisó que «es vital que conozcan que su esfuerzo contribuye a aliviar la crítica situación que dejó el huracán en las provincias orientales, y que el comité de base debe trasladar esa esencia al universo juvenil».

Uno de los problemas que trascendió en el encuentro fue la escasez de personal profesional en la fábrica. Su directora general, Mercedes Darboys, habló de la existencia de plazas vacías por la carencia de ingenieros, puestos que podrían ser ocupados por jóvenes del territorio.

Durante la jornada miembros del Buró Nacional también visitaron el Hospital Ciro Redondo, de este territorio, la UBPC Emilio Hernández y la Facultad de Ciencias Médicas, con el objetivo de departir con jóvenes que desempeñan un papel protagónico en importantes centros e instituciones del país.

Tomaron parte en el recorrido Jorge Enrique Sutil Sarabia, miembro del Buró Nacional de la UJC, y Joan Cabo, primer secretario de la organización en la provincia.